miércoles, abril 28, 2010

Datos Sobre Luis Santibañez - Gonzalo Robledo/hincha de Cobreloa

* "Locutin" dirigió a Bolivia en 1986.
* En 1989 pasa a Deportes La Serena, donde la dirigencia tenía ambiciones y repratraría a Juan Carlos Letelier.... La Serena ganaría un cupo en liguilla de copa libertadores y quedaría eliminado por el Cobreloa de Trobianni.
* En 1990 dirigiría a Wanderers, donde el talento de José Perez y Alejando Glaria no bastaria y los caturros zafarian de la promoción tras una sospechosa goleada 4-0 a Nava a finales del torneo.
* En 1991 es contratado por Temuco quien arma un equipo de nivel superlativo para los potreros.. Temuco parte como avion pero enreda puntos importantes y pierde partidos no esperados... Temuco llega a depender de una goleada 6-0 sobre Colchagua, la cual consigue... que paso realmente? ... pocos lo saben.
* Santibañez reaparecería en TV en la segunda versión de Circulo central ("circulo infernal" segun un pseudoguru y antisemita ex-futbolista).
* Pocos recuerdan su paso por Qatar el 2000 (creo que dirigio al al-arabi).

Entrenadores I: Luis Santibañez (medio en serio, medio en obra, el referente de Mourihno)


Sigo el impulso dado por la semifinal jugada entre el Barcelona y el Inter de Milan. Estoy seguro que el real protagonista de este juego fue Mourihno. Queda en la memoria: Su figura al borde de la cancha, su serenidad en los momentos de presión, cuando el Barca atacó con todo y el Inter defendía con una línea de nueve, y su eufórica celebración, imitando a los gladiadores romanos, con los brazos en alto saludando a quienes estaban en lo más alto del coliseo.No hay duda, en lo que va corrido del año es el set de imágenes futboleras más conmovedor que hemos visto.

Aprovechando esta figura quiero deslizar algunas palabras, que serán frecuentes de aquí en adelante hasta que se inicie el mundial, sobre los entrenadores en el mundo y en chile. Y para empezar quiero referirme a quien hoy ciertamente podemos colocarlo, en estrategia y energía, sagacidad y postura, un peldaño más arriba de Mourihno: Luis Santibañez, esto medio en broma medio en serio. No había visto defender a un equipo con línea de nueve desde que ví los primeros juegos de la selección chilena de los cuales tenga conciencia. Si alguien quiere ver un partido "casi" similar al de hoy vaya a You Tube y ponga lo siguiente: Paraguay-Chile, 1981.

El entrenador de esa selección chilena era Luis Santibañez. Oriundo de Antofagasta, a temprana edad, siendo un joven de no más de 20 años se inició en el rubro de dirigir un equipo de futbol. Pasó sus primeros años en el futbol amateur y después, como suele suceder para los de provincia, pasó a un equipo de la segunda división, lugar en donde se consagraría. Este equipo era Unión San Felipe que a inicios de la década del 70 logró algo nunca antes logrado y menos que haya sido igualado en Chile, y además deben ser muy pocos lo que han hecho esto en el mundo: Ganó el campeonato de segunda e inmediatamente después ganó el campeonato de primera. Por cierto los llamados “grandes” de nuestro país no lo han hecho. Uno de ellos no lo ha hecho porque nunca ha estado en la segunda división y el otro porque no pudo hacerlo en aquella vez que regresó de la segunda división.

El Guatón Santibañez después estuvo en la Unión Española, quizás unos de los mejores equipos de la década del 70, ¡que he dicho! el mejor equipo después de Colo Coo 73 y que disputaría una final de la Copa Libertadores frente al mítico Independiente (que ya perdió este carácter entre tanta tontera en el futbol argentino). De ahí a la selección, siendo finalista en la edición de la Copa América del 79, llevando a Chile a la copa del mundo del 82, y sufriendo, quizás nunca se recuperaría, el fracaso de aquella selección, que en algunos medios informativos del mundo, esto previo al mundial, se llegó a decir que tenía chances de obtener la copa Jules Rimett. Jugadores buenos había, brillantes por los demás, Moscoso, Caszely, Osben, Pato Yañez, Elias Ricardo Figueroa, Mario Soto, Rene Valenzuela, en fin una camada de bueno jugadores chilenos.

De ahí Locutin, como se le apodó en la prensa de la época, partió al Ecuador donde fue campeón con el Baracelona, aunque previamente tuvo un paso por el equipo galáctico de los azules, aquel que armó Ambrosio Rodríguez, procurador general de la Republica, predilecto del General Pinochet, y que financió con la plata de todos lo chilenos. En Ecuador Santibáñez exploró otra faceta, se convirtió en lo que hoy llamamos un “comunicador social” o sea coloquialmente hablando en un ROSTRO. Locutín tuvo su propio programa de televisión, que de paso fue exitoso, y por cierto fue parte de ese circo que montó Abdala Bucaran en Ecuador.

Al regresar a Chile, el Gordo se convirtió en un "salva equipo", lo mismo que ha hecho otro sabio del futbol, lo digo sin ironía, como es Clavito Godoy, del cual hablaré luego, porque amerita una gran columna. Así Santibañez estuvo, si mal no recuerdo, en Palestino y Temuco, y además dirigió a algún equipo del norte, terminando sus días en la mesa de conversación futbolera, que es como una burbuja en el tiempo, el único lugar donde los ochenta no mueren, que comparten Kako Villalta, Pedro Carcuro, Sergio Roberto Livingston y Milton Millas. (Estuvo en Ovalle, por cierto, 1974)

Lejos de los sistemas tácticos o las grandes definiciones de principio que famosos técnicos suelen manejar, el Gordo Santibañez era extremadamente pragmático. Recuerdo una anécdota relatada por Caszely. En ella, Caszely relata una conversación que que sostiene con el Gordo, esto momentos previos al mundial del 82. El gerente del gol le reclama a Santibáñez que juega muy solo en delantera, lo que era común, y ante lo cual el Gordo, hablándole en el estilo del futbol amateur le responde: “mira Caszely, contigo me basta y me sobra, si vos soy inteligente y sabí jugar con los defensas en la espalda, no necesito mas, si podis arreglartelas solito”. Tal era su pragmatismo que no dudaba en colocar varios defensores y plagar la cancha con medios de contención, claro que también tenía la virtud de elegir buenos delanteros y la suerte de tener a jugadores como el coquimbano Sergio ahumada, el azul Sandrino Castec, el Chino Caszely y su arma letal, un descubrimiento de él para la selección, el carrerón del Pato yañez.

Si puedo sintetizar el juego de Santibañez puedo decir lo siguiente: Orden y jerarquía. Con esa predisposición armó su formación mundialera que partía con Figueroa en la defensa, la consolidaba con un buen central como Rene Valenzuela y dos buenos y además altos jugadores como eran Chano Garrido y Vladimir Bigorra; en el medio un notable centrocampista, ovallino por cierto, como era Rodolfo Dubó, en algunas ocasiones, casi siempre, se sumaba Eduardo Guillermo Bonvallet; cuando tenía problemas o se jugaba de visita sumaba a un tercer central Mario Soto; arriba un tridente mágico, Moscoso, Yañez y el Chino. En el arco el Gato Osben. Si comparamos esta formación con las recientes selecciones mundialeras, creo que saca amplia ventaja en defensa especialmente porque por arriba era muy difícil que a Chile le convirtieran. Allí Chile ganó varios partidos. En la eliminatoria del 82 no recibimos goles en contra.

Otra característica del gordo, era la formación del grupo. Salvo el ahora ex guru Eduardo Guillermo Bonvallet, predilecto de Santibañez, su grupo de jugadores sigue unido. A pesar de sus personalidades, es un grupo que siguió unido y se bancó al gordo, incluso cuando Bonvallet desclasificó los archivos secretos de esa época, que por lo demás, sin eximir de culpas, las practicas denunciadas eran comunes en el futbol de esta parte del mundo. Practicas que habían sido ideadas en ese laboratorio del balompié instalado en La Plata. (Uno de esos científicos sigue vigente y volverá a dirigir una selección después de 24 años: El doctor Bilardo).

El grupo del 82 entendió que la personalidad era importante para disputar el futbol sudamericano en ese momento de su historia, yo diría más que nunca. Como dijo una vez Pato Yañez, había que ser muy fuerte para jugar en el estadio Defensores del Chaco y ganarles a los paraguayos el año 81. El gordo trasmitía eso. Lo canalizaba a sus jugadores a través de su vozarrón y personalidad. Hoy por ejemplo viendo al Inter de Mourihno vi a Cambiasso jugarse la vida en cada pelota, un jugador muy distinto al frío volante de Independiente y la selección Argentina. Es la mano de Mourihno y es el mismo producto que ofrecen técnicos como Santibañez.

Santibañez se fue hace pocos años atrás. Junto a él, al momento de su muerte estaba el gerente del área, Carlos Humberto Caszely, lo acompañó cada momento hasta que el profe Santibañez murió en una sala del hospital El Salvador. Santibañez dejó los camarines y tras de él quedó una imagen borrosa y difusa, que se sintetiza en un entrenador que pareciera que solamente convivió con los códigos oscuros del futbol, una imagen que es alimentada por la ignorancia del hincha e injustamente expandida como consecuencia del juego de otros entrenadores, distintos al Gordo, como son Salah, Pellegrini y Díaz (un linaje). En el futbol de los 80 y 70 todos se defendían. Todos salían a cuidar el marcador. Es cosa de ver la crónica de la Copa Libertadores y de los campeonatos en Argentina para conocer un poco más. Esa misma tendencia, surgida en el laboratorio de La Plata, solo fue rota por Bielsa y Tele Santana, si el Newls de Bielsa y el Sao Paulo de Santana. El gordo en la tradición de los 70 y 80 destacó, y su carácter barrial, surgido en el futbol amateur de Antofagasta, fue suficiente para dirigir a equipos, que tal como hoy lo hizo Mourihno con el Inter, ganaron por personalidad y concentración (qué pasó en el mundial, aun no lo sabemos y creo que el Gordo se lo llevó con él para siempre).