sábado, octubre 08, 2011

Chile - Argentina 2011 (4-1): Un mal comienzo

Un mal comienzo. Un equipo desordenado, ingenuo, mal preparado tácticamente y sin una clara dirección desde el banquillo. Más allá de los goles, explicados por errores, hay dos jugadas que sintetizan lo que pasó ayer. La primera es el primer gol de Argentina. Nunca en el proceso de selección, esto desde el partido con Suiza el 2007, en un partido oficial, Waldo Ponce había prentendido lanzar un tiro libre en las condiciones en las que lo intentó ayer. A casi 30 o 35 metros del arco rival y a unos 20 metros de su habitat en el campo. Nunca antes en el proceso de selección, con estos jugadores, la defensa se ordenó de manera tan precaria para resguardar la segunda pelota. No había previsión respecto de este hecho y lo que es peor ni siquiera conciencia de que podía ocurrir algo con un segunda pelota. Ese tiro libre fue pura improvisación y falta de dirección. En los terminos de clavito, esto solo puede ocurrirle a un equipo agrandado, soberbio y que esta paveando en el campo de juego.

             Luego de perder el balón con un lazamiento muy mal ejecutado, Chile quedó mal parado. Argentina tomó la pelota y el jugador Di María tuvo tiempo para controlarlo y esperar que un posible receptor se ubicara en posición de gol. Su marcador de turno solo le miró y no intentó atacarle, sino que le esperó a pie firme en su posición. El defensor chileno sabía que estaba uno contra uno y con la linea defensiva descompensada. El jugador chileno asumión que en el desorden de ese momento atacar a Di Maria era un suicidio ya que si perdía en el uno contra uno nadie saldría a cortar a Di Maria. El central Ponce había lanzado el tiro libre y corría a recuperar su posición. Luego, por el sector contrario se desarrolla la segunda parte de la historia. Una vez que Argentina ha recuperado la pelota, Higuain comenzó su carrera de 72 METROS hacia la gloria. Si, corrio 72 metros para ubicarse en posición de gol. Su marcador, Vidal, quién corrió 40 metros, lo vio pasar y comenzó una carrera de persecucion. Cuando Vidal vio pasar a Pipita, este ya habia recorrido 30 metros. Una vez que pipita llega a su punto, Di María lanza un balonazo de 40 metros, Pipita controla y dispara, una vez que ha disparado, sólo en ese momento, arriva Vidal, quien se lanza desesperadamente para intentar cubrir el remate. El resultado final un gol. Sólo a un equipo que entra a jugar por jugar le pueden hacer estos goles. O cuando en la banca hay un técnico que no mira todos los factores del juego y su equipo navega sin rumbo y dirección. O también cuando un entrenador no puede orientar a sus jugadores proclives a perderse en el campo.

                 La segunda jugada representa todo lo contrario y es lo que el entrenador debe recuperar. Esta segunda jugada es un indicador de que aun quedan elementos sembrados en el proceso anterior. En este caso la jugada es en el segundo tiempo, promediando el mismo, y su protagonista Chupete Suazo. Chile se encuentra en posición de ataque con muchos jugadores, Argentina defiende igual con muchos jugadores y en el intento de entrar por el medio, Chile pierde la pelota, esto a la entrada del area argentina por el sector izquierdo del ataque chileno. La pelota lanzada entre lineas por Valdivia, para Suazo, es capturada por un jugador argentino. En un equipo desorientado, con jugadores perdidos en su rol, o bien desconociendo los elementos del proceso anterior, el resultado hubiera sido desastroso, otro gol. Sin embargo ocurrió que Suazo empiezó una carrera de 8O metros, desde la entrada del area rival hasta la entrada del area propia, y recuperó el balón perdido. Al contrario de lo que hace Vidal, es un carrera con sentido, ya que Suazo no persigue la pelota perdida sino a quien puede ser uno de los receptores finales de la misma en la jugada final que busca materializar el objetivo del gol. Como Suazo se encuentra concentrado y mantiene elementos del proceso anterior ejecuta mecánicamente un acto que permite controlar y superar el peligro. Para mi esto nos permite mantener algo de esperanza. Hay aun rasgos de disciplina táctica de aquel equipo que hace un año defendió sin ingenuidad nuestros colores en la copa del mundo, y que trabajó con solidaridad y seriedad,añadiendo luego su talento. Un hecho que no es trivial ni espontáneo. Vamos Borghi fijese un poquito en esta ultima jugada y deje las declaraciones para el final del camino, el paradero para ir a Brasil 2014.