viernes, octubre 12, 2012

El futbol a tres dedos del Bichi Borghi


La ruta hasta Quito ha sido tortuosa, solo suavizada por triunfos y pasajes, muy escasos, de buen fútbol. En el año y medio de Borghi al mando del plantel nacional, los partidos más intensos y más disputados fueron aquellos que el propio entrenador decidió enfrentar con sus fantasmas, los recientes y los de su pasado. Por lo mismo, el partido de hoy es crucial para el técnico. Lo es no solo por los puntos, sino porque en esas luchas ha despilfarrado gran parte de su popularidad. Primero, luchando contra Bielsa y luego ese permanente conflicto con su pasado como futbolista. Con el primero, ha luchado hasta el cansancio para demostrarnos que SI trabaja. Con lo segundo, un hecho menos visible, tanto físicamente como también para el hincha común, Borghi ha intentado que su obra como entrenador oculte su conflictiva historia como jugador. Paradójicamente, el hincha ve y pone más interés en la primera, siendo lo más importante, para entender el problema de la selección, la segunda.

La primera lucha esta perdida para Borghi. No hay mucho que hablar desde el momento en que el propio Borghi habló de las “viudas de Bielsa”. Sin embargo, la segunda lucha es difícil y en pleno desarrollo. La paso explicar. Borghi fue un jugador talentoso, pero que solo fue figura en Argentinos Junior, en su primera, casi pre-histórica etapa como futbolista. Su fútbol de tres dedos, deambulo sin éxito por el River más millonario de la historia, y que terminó en un fiasco, por Milán, en el Milan de Arrigo Sacchi, en donde se amurró, pasó a México donde no hay mucho que contar, y terminó en Chile, arribando a Colo Colo, el equipo campeón de America, en donde se amurró otra vez con Jozic, caminó un poco la cancha, hizo un par de rabonas, y se desvaneció junto al desvanecimiento del equipo en el infierno de Guayaquil-Ecuador. Finalmente terminó con varios kilos más, con relación a la exigencia de un futbolista profesional, en Audax Italiano. La historia de Borghi como futbolista fue mas oscura que brillante, fue la perfecta crónica de un enorme talento que nunca se consolido y simplemente desapareció en medios de sus propios miedos a pertenecer al olimpo futbolistico.

El propio Borghi, ahora como entrenador, ha tratado de limpiar esa imagen. Esta en su derecho. A través de su aparente éxito como entrenador, ha querido borrar su evidente fracaso como jugador. En una extraña inversión, lo logrado como entrenador le ha permitido reconstruir su propia historia como jugador. Las entrevistas del éxito como entrenador, le han permitido crear una historia de su vida como futbolista en donde lo que ayer fue negativo hoy aparece casi como una virtud. En efecto, narra, en esas entrevistas, que su forma de ver el futbol y la vida, siendo jugador, no eran compatibles con la de los entrenadores como Sacchi o Jozic, y que esa incompatibilidad explica el porque de su fracaso como futbolista. Y en efecto, su historia de entrenador, parece, para el, reinvindicar esa forma de ver y sentir el fútbol. La famosa sentencia de Borghi de sentirse aun jugador lo explica todo. Borghi, en su rol como entrenador, aun esta haciendo las rabonas, los pases en profundidad y dejándonos gozar con el carácter elegante de su fútbol a tres dedos, y cree que esa lógica es la que finalmente promueve los éxitos de sus equipos.

Cada entrenador tiene su librito, en eso no podemos ir en contra la corriente y ciertamente se acepta. Pero no podemos aceptar que Borghi nos pretenda decir que su visión del fútbol como futbolista sea la forma correcta, porque la misma adoleció de muchos elementos para ser realmente exitosa. No me refiero a su talento, sino a su forma de asumir el juego y participar de el y sus entornos. Quizás este es el gran problema de Borghi, y se acrecienta mas porque aun cree que es mas jugador que entrenador. Borghi no solo pelea contra Bielsa, sino contra todo aquello que el cree conspiro contra su éxito. En la hora de las decisiones, lo que nos gustaría ver, es si Borghi puede ser entrenador y su forma de ver el fútbol como tal. Lo que debe poner al lado es esa construcción conflictiva con el pasado que vivió como futbolista. Tengo la impresión que cuando Borghi resuelva ese dilema, podrá convertirse en un gran técnico. Es cierto, ha tenido triunfos importantes, pero también necesitamos reconocer que en el plano internacional está al debe, y que sin desmerecer los campeonatos obtenidos, especialmente en Argentina, el nivel de la liga chilena, en los tiempos de CC 2006 y de la liga argentina en los tiempos de argentinos 2009-2010, dejaba mucho que desear. Creo que todos necesitamos a un Borghi entrenador, incluso puede ser un real aporte para el mundo futbolístico, y creo, ademas, que todos necesitamos mantener, su fútbol, como jugador, en los archivos y deleitarnos con las pinceladas de su juego a tres dedos.