En los dias previos a la
firma de Bielsa por el Athletic Club de Bilbao, la vida me habia
llevado a conocer las instalaciones de Lezama y ya enfundado en los
rumores que circulaban acerca de su posible llegada al pais vasco
pude confirmar que aquel espacio deberia ser el laboratorio perfecto
para otra cruzada epica. Desde el primer partido con el Athletic,
aquel jugado ante los Spurs, el rosarino impuso su sello, el mismo
que deberia gestionar en el exito y en la adversidad, tal como el lo
sintetizo hace unos dias en lo que puede ser una de las ultimas
conferencias siendo entrenador del Athletic.
Aquella temporada fue
espectacular, el Athletic le dio un baile en octacvos de final al
Manchester United, que en esa misma temporada casi es campeon de la
liga inglesa en la ultima fecha. La marea de hinchas vascos cruzando
Europa y el Canal De la Mancha expresaban un sentido epico y de
estoicidad admirables, que llenaban mis ojos de nostalgia por un
futbol que ya casi no esta. El exito futbolistico fue rotundo y la
energia emocional impresionante. Luego vinieron las finales y no se
ganaron, y alli comenzo otro periodo, el de la adversidad. Es el
segundo periodo el mas interesante para resumir la presencia de
Bielsa en el pais vasco. La adversidad revelaria todas las tensiones
de una sociedad que es parte de otra sociedad, y que al mismo tiempo, a
traves del futbol, vive conexiones con aquella otra dimension del
mundo, la neoliberal y la global. Desde el incidente de las obras
hasta la partidas de sus mejores jugadores, rompiendo principios
historicos del club, pasando por una campana gris, el equipo estuvo
expuesto a todas las tensiones de una sociedad en transformacion. Las
preguntas por la identidad, por los modos de llevar al club, las
formas de clasificar las partidas de Llorente y Martinez, la presion
por la idea de modernizar el club en funcion de parametros que
impone el marketing y la gestion neoliberal, las tensiones propias
entre la izquierda abertzale y el partido nacionalista vasco, todos
estos elementos en torno a un equipo como el Athletic Bilbao, y Bielsa debio gestionar el impacto de todos estos elementos y procesos en la
adversidad. Gestionar la adversidad ha sido el mejor aspecto del
trabajo de Bielsa en Bilbao, y esto solo puede traducirse en terminos
que a pesar de todo y de todos, el rosarino logro mantener en
equilibrio y estabilidad a la plantilla, un equipo que parecia
ser amenazado constantemente por la crisis.
El futbol siempre
ha sido deliberativo cuando lo que se produce en la cancha traspasa
los bordes del estadio, y el futbol de Bielsa fue deliberativo en una
sociedad en tension y transformacion. Veo las ultimas imagenes de San
Mames, recuerdo que la ultima vez en Bilbao vi los cimientos del
nuevo estadio y recorri los costados de esta gloria del futbol
mundial que hoy dice adios. Alli tambien esta Bielsa y en palabras de
mi amigo vasco Mikel Lorenzo Arza, uno de los entrenadores que mas ha
entendido de la historia del club, de su relacion con la identidiad y
la historia produnda del pais vasco, y por cierto el entrenandor que
supo leer el momento en el cual el club y la sociedad vasca se
encuentran. En los proximos dias se comenzara a construir la leyenda
del paso de Bielsa por las calles de Bilbao, y seguramente en
su proximo destino, si es que lo tiene, algun periodista dira que el
vasco Marcelo Bielsa esta yendo a tomar un nuevo equipo. Ya no se sabe a
quien pertenece Bielsa, al final nos pertenece a todos, a todos los que
deseamos mantener esas gotas de compromiso, lealtad, etica, respeto y
epicidad que transmite el futbol de Bielsa en nuestras propias vidas.
Ya no importan los resultados, ya no importan la posiciones de nuestros
equipos,ya no importan el numero de goles marcados, al final de todo,
y tal como ha sucedido con los hinchas del Athletic, lo que importa es
una forma de vivir y ser leal a esa forma de vivir, nada mas, es lo
unico que permite la resistencia: “vivir a lo loco, porque a lo
loco se vive mejor”. Aupa Athletic y aguante para el loco Bielsa.
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