El caso Pinilla

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Como Mauricio, el caballero que no tiene memoria, hay muchos. Como Mauricio, el goleador y temperamental futbolista, hay muchos en el deporte mas lindo del mundo. Como Mauricio, han sido mucho los talentosos jugadores a quienes también les ha alcanzado el tiempo para jugar con la misma intensidad en otras canchas. Como, Mauricio, si es que va al mundial, han existido varios cracks que destacaron en los campeonatos del mundo y que sus vidas fueron un lindo y a veces oscuro torbellino, dos Craks para las frágiles memorias de los hinchas chaqueteros del futbol chileno, Mané Garrincha y el recordado y talentoso René Orlando Housseman. Ambos campeones del mundo con sus selecciones, Brasil y Argentina respectivamente.

Mauricio siempre ha sido un talentoso jugador de futbol. Apareció hace ya varios años en la U como una figura arrolladora, carismática y que sobresalía en un equipo en donde los grandes ídolos de los noventa se iban apagando. Apareció marcando goles hermosos, recuerdo un tijera frente a Santiago Wanderers, hablando con natural personalidad en los medios y dándole alpiste a una camada de periodistas jóvenes que estaban comenzando sus carreras – algunos de ellos hoy le dan duro a Pinigol. En aquel tiempo el referente inmediato de Mauricio y otros noveles cracks de fines de los noventa, Pajarito Valdés y el Mago Jiménez, entre otros, era, no cabe duda, que la figura de Iván Zamorano, quien junto a sus amigos, con la venia de Don Nelson, inauguraron un nueva relación con la farándula. Aun Beltrán, el fallecido director del popular Viva el Lunes, y Kike Morandé le prenden velas a estos futbolistas por haberles alimentado el rating y sus bolsillos por varios años.

Que duda cabe, que Mauricio y otros noveles cracks, seguirían los pasos de Ivan e incluso e irían más allá. Después de Zamorano y Salas, más la actuación de esa selección, tanto en el mundial como en Australia, los precios pagados por futbolistas chilenos serían otros. Asi es que el status para Mauricio y el Mago sería definitivamente otro. Mauricio y el Mago Jimenez, fueron las principales muestras de este juego iniciado por el gran capitán cuando cantando una bella canción de Sergio Dalma y luciendo gorritos Armani conquistó a la bella Daniela. La semilla estaba echada y el futbol chileno se demoró varios años en recuperarse de esa magica noche que emulaba esas fiestas de las mil y una noches relatadas en la mítica leyenda arabe. Bielsa puso otra estructura y rigor. Alimentó los sueños desde otra perspectiva, definio otro "El dorado" la ciudad mitica de los incas. Además, reconoció el trabajo realizado por José Sulantay, quién a puros chilenismos y con su saber futbolístico tomado, principalmente, de las canchas de tierra y arena que miran al mar en su natural Coquimbo, logro ser líder e imagen para una camada de jugadores extremadamente talentosos. Aunque igual los muchachos la hicieron de oro en Canadá, estos nos trajeron un tercer lugar y el haber sido por lejos la mejor selección de ese mundial sub20. La semilla del recambio estaba lanzada en el campo de juego.

Hoy Mauricio, quién volvió a Europa gracias a su mágico representante, que pasó por Chipre y Brasil, que estuvo autoexiliado en un departamento de Providencia, parece haber alcanzado un segunda oportunidad y quiere también germinarse con esa semilla. La misma de la que gozó el chupete Suazo. Y así como el natural de San Antonio repartía su talento en San Luis y en los entrenamientos de la selección con el perro verde, haciéndole túneles a potencia Vargas y metiéndola de sombrerito, tal como lo hizo con Dida en la copa América del Puerto Ordazo, ante un sorprendido Nelson Tapia, Pinilla la ha literalmente "rompido" en 17 partidos. 17 goles en 17 partidos, en la ruda y física serie B italiana, que no es cualquier lugar para jugar al futbol. Al parecer ha retornado aquel jugador carismático, fuerte, rápido, buen definidor y sobretodo con gran temperamento para jugar al fútbol. Y esta de vuelta, no para fastidiar a los seleccionados ni a Bielsa, sino para ponerle más exigencia, sobretodo, a un técnico que sabe que siempre en un equipo juegan los mejores y a quienes él considera los mejores (hay que distinguir esto siempre con relación a los técnicos).

Bien por Pinilla, no es facil cambiar el chip y vivir el futbol con la misma intensidad que cuando tenía 17 años, no es facil volver a ponerse metas después de haber desperdiciado su mejores años en lo físico, sin embargo él sabe que hace lo mejor que él puede hacer, jugar al futbol y hacer goles. Y como él va por su segunda oportunidad pensará y soñará que hoy en la noche, después que el profesor Bielsa revise los videos del día, después de recibir los dossiers con las actuaciones de sus jugadores en el mundo, después de haber analizado el opaco juego de Charles Aránguiz ayer en el monumental, después de ver en acción a unos de sus pupilos predilectos jugando por la U, después de comer alguna cosa rápida, porque ya el tiempo es escaso, después de hablar con Berizzo y Franco, sobre rivales y organización defensiva, después de hablar con el profesor Bonini y repasar todo lo que no debe hacerse antes del mundial para equivocarse como el 2002, después de todo eso Bielsa tomará su dossier, el dossier Pinilla, y por enésima vez, pensará en la posible convocatoria del caballero que no tiene memoria.

Bielsa posee los códigos del futbol en su totalidad, tanto aquel que es profesional y como también lo relacionado con sus orígenes ligados al amateurismo, a la fibra íntima que constituye este hermoso deporte. El hombre los interpreta y maneja, y sabe muy bien que en un mundial pueden convivir jugadores que estén muy distantes entre sí, tal como ocurrió con Maradona y sus compañeros en el 86, especialmente con el cabezón Ruggeri, o Marcelo y su relación, no distante ni cercana, con el capitán Zamorano. Bueno los dados están en la mesa y veremos que dice el profesor Bielsa con relación a Pinilla cuando de cara a los proximos amistosos en el monumental defina la nómina de 32 jugadores. Mi palpito personal es que lo convocará. Justificación, lo quiere ver de cerca, ver sus movimientos en la cancha, evaluar su condición física, hablar con él. Necesita conocerlo más allá de los milimétricos apuntes de su carpeta acerca de Pinilla. Como siempre, al profesor Bielsa lo que diga la prensa no le interesará mucho tanto si es que decide convocarlo o sencillamente dejarlo fuera del proceso y el mundial.

Una reflexión final. La reaparición de Pinilla ha desatado la histeria en los "cronistas" deportivos. Hace unos días comenté una columna del diario la tercera. En aquella oportunidad el tono y el aire de la columna, de una editorial en estricto rigor, fue de discriminación y tratar al hombre formado en el U como una peste, una enfermedad, algo parecido a un signo leproso que acabaría con Bielsa y sus dirigidos. Sin argumentos y con el solo simple hecho de condenar a Pinilla por sus conductas, que no fueron diferentes a la de algunos seleccionados actuales en esa época dorada de discotecas y futbolistas, le negó la posibilidad a Pinilla de estar en la selección. Lo único que hace este tipo de crónicas es alimentar la ignorancia en el hincha y formar una débil cultura futbolistica. El periodismos deportivo chileno debería estar interesado en informarnos como juega Pinilla, como se mueve, si va por la orillas o definitivamente solo por el centro. Si cumple con las condiciones tácticas de la serie B italiana. El periodismo chileno deportivo salvo contadas excepciones reacciona, en el caso de Pinilla, con la histeria, ante un tipo, que como muchos, como todos, vivimos la vida con mucha intensidad, con errores y virtudes. Y más que mal, todo plantel de futbol es una muestra de la propia vida.