miércoles, abril 01, 2009

En el Camarín: CHILE - URUGUAY


En las Ultimas Noticias aparece hoy una nota, del señor Miguel Merello, que me llevó a recordar las viejas editoriales futboleras de los años 80. Si leemos revistas como Deporte Total o Minuto 90, las veremos expresándose en toda su plenitud. Las leí y releí cientos de veces, especialmente en mi colección de Minuto 90, y todas tenían un signo en común: se preocupaban siempre de definir las virtudes del rival. Siempre hablaban de las habilidades de los centrales, de los delanteros y de los medios, y más aun nos daban una lección del barrio que tienen los equipos rivales de nuestra selección, especialmente, los que representan a las escuelas futbolísticas del río de la plata: la oriental y la occidental.

De los nuestros se preocupan de sus debilidades, de la falta de barrio y de la ausencia de jerarquía. El resultado final de todo este tipo de editorial fue mermar, un factor digo, la cultura futbolística del futbol chileno. La limitó a tener siempre una mirada desproporcionada de los rivales del otro lado de la cordillera. Así, siempre les jugamos de grande a chico, pero con el hecho que la condición de chico se acrecentaba con este tipo de editoriales, que no sólo advertían sobre los rivales, sino también nos acomplejaban.

En el futbol chileno hay entrenadores que han sido maestros en jugar de chico a grande, y superar en parte este virus inoculado por este tipo de editorial futbolera y que se proyecta sobre los jugadores. Algunos de ellos han sido técnicos triunfadores en el marco de la cultura ratonil de nuestro futbol. Son entrenadores que le han agregado un plus a sus equipos disminuyendo la distancia entre el chico y el grande. Le decían a sus jugadores en el camarín: “somos chicos pero no tantos”, y agregaban “también le echamos tierra en los ojos al arquero”. De estos técnicos los dos más importantes han sido el pelao Acosta y Sulantay.

Extrañamente, Bielsa, que está en otra dimensión, con otro código, atacar d local y atacar de visita, también vivió la experiencia de jugara de chico a grande en su carrera futbolística y en general en toda su carrera salvo cuando tuvo la selección Argentina. Dirigió equipos que no podían jugar de igual a igual, en apariencia. Fue técnico en Argentina de Velez y de Newls, que no tenían grandes planteles y con ellos ganó cosas importantes, ante equipos como Boca, River o Indepeniente que eran, colocándolo en los precios de hoy, millonarios. Más extrañamente, disputó una final y un campeonato, con un partido de verdad, frente al Boca del maestro Tavarez. Lo que son las coincidencias. Imagínense un equipo con Pico, Latorre, Mono Montoya, Tapia, el chino que paso por la Chile, Batistuta, Blas Giunta etc, un equipazo. Del otro lado, un conjunto con jugadores muy jóvenes, como Berizzo, si el mismo que hoy es el asistente de Bielsa, Martino, si el técnico de Paraguay, Scoponi y Llop, ex entrenador de Racing, En ese campeonato y en la final de mismo en la Bombonera, se inicio la locura por el Loco. Le ganó al maestro Tavarez y su equipo. Y es el campeonato y partido donde el técnico rosarino mostró su mayor cualidad: la de educar a sus pupilos para ganar a cualquier rival, incluso a los que tienen auto y saben cabecear, tal como describió Merello a Lugano en su editorial.

Hoy el partido es difícil, los jugadores decidirán en la cancha como le gusta decir a Tavarez, pero hoy tendremos un plus: la educación para salir a jugar de igual a igual va dando muestras de éxito. Hoy los jugadores saldrán a la cancha a ganar sus duelos personales, a resolver sus ecuaciones, y lo harán con la mayor información posible. Como estudiantes aplicados tratarán de explotar las máximas debilidades de sus rivales. Sánchez jugara por la banda de Pereira y González por la línea de Cáceres. Ambos jugadores uruguayos con ritmo europeo, que marcan bien, pero que al momento de pasarlos quedarán con una espalda desprotegida porque los centrales uruguayos tendrán que salir del área y cuando lo hacen solo pueden recurrir al oficio que les enseñó Paolo Montero. En el medio, el Mati y Bosejour, se las verán con Eguren y el otro Pereira. Ambos jugadores que marcan bien pero que ciertamente en una noche inspirada del Mati deberían sucumbir. Y por ultimo atrás Contreras y Jara se las verán con Suarez y Forlán, delanteros rápidos, incisivos pero las más importante, muy inteligentes para jugar al futbol, especialmente el rucio jugador del Villareal. Las cartas están ahí y se moverán en la cancha del nacional. Espero que ganemos y sea una linda noche tal como la que viví para las clasificatorias del mundial 98, además que será amenizada en el crepúsculo por Los miserables”. Suerte.