domingo, diciembre 13, 2009

Una Copa Más y la Pasion Por El Club Deportivo y Social Colo-Colo



Una copa mas, ya son 29 y una copa libertadores, un estadio lleno y una hermosa final jugada con buen futbol para ser muy superiores al equipo cruzado. Una copa mas que he vivido muy intensamente y ya son 30 años de esta pasión que se despertó a comienzos de los ochenta, que la he vivido intensamente tal como es mi pasión por el futbol. ¿Cómo puedo explicar la pasión por el equipo popular? ¿cómo puedo explicar las imágenes que tengo en mi memoria cada vez que el equipo popular sale a la cancha? ¿cómo explicar que en mi mente este de manera permanente el carrerón de pato Yañez por la derecha y el gol de Barti ante Boca el 91? ¿Cómo explicar que tengo en mi mente el primer partido que vi de Colo-Colo por la tele, en el negocio del negrito, en la casa de mi abuelo, el año 80 o 81, cuando en un tv IRT, en blanco y negro, ví como el cacique le ganaba a la calera, de visita, 2x1? ¿cómo olvidar que use los nombres de Caszely, Vasconcelos, Rivas para jugar al futbol cuando chico? ¿cómo puedo explicar la emocion que senti al ver por primera vez a un jugador de Colo Colo en vivo y en directo, Ruben Nicola en el estadio municipal del Ovalle? ¿cómo explicar aquel sentimiento de emocion y lagrimas derramadas cuando Colo Colo le ganó al real Madrid en el monumental?.Son las imágenes que nos entrega la pasión por nuestros equipos y en mi caso por Colo Colo. Todo esto ocurre porque los equipos y sus jugadores son una vida propia a la cual nos abrazamos, y de la cual nos apasionamos, la que vivimos como si fuera parte de nuestra propia vida.

Y abrazé esta pasión siguiendo las jugadas de Julio Crisosto, Juan Carlos Orellana, el zurdo de Barrancas, Rene Orlando Housemann, campeón del mundo, Mario Osbén, la mítica camiseta de Colo Colo con el signo de cerveza escudo, chuflinga herrera, Severino Vasconcelos, Horacio Simaldone, Leonardo Veliz, Lizardo Antonio Garrido, Mario Galindo, Carlos Rivas, Luis chupete Hormazabal, y por cierto el gerente, el maximo idolo y referente, el rey del metro cuadrado, Carlos Humberto Caszely.Era el equipo de comienzos de los ochenta que disputó las heroicas jornadas futbolísticas con el mejor Cobreloa y al que le ganó una final en la ultima fecha jugando contra Iquique (ahora municipal Iquique) en el recordado Estadio Cavancha (un estadio de verdad). Así como yo crecí con este equipo otros lo hicieron con las hazañas de Colo Colo 73, soñando con los carrerones del coquimbano Sergio ahumada o las atajadas del Gringo Nef, y las mágicas piernas de Chamaco Valdés. También estan aquellos que crecieron conociendo las Hazañas de Jorge Toro, Misael Escuti y Cua-Cua Hormazabal, los mismos que conocieron, de sus padres, las hazañas del máximo goleador del futbol chileno en un campeonato normal de un año, Luis Hernán Alvarez con 49 tantos, un crack. Y por ultimo, los que se hicieron colocolinos conociendo la historia de su fundador y martir del equipo popular David Arellano, quien muriera después de haber chocado con un defensor español en la gira que el club popular realizó a España a fines de la década del 20 del siglo pasado.

La pasión por Colo Colo y el futbol ha sido siempre algo difícil de explicar. De un momento a otro me vi leyendo todo lo que caía a mis manos ligado al futbol, escuchando la radio y sus relatores, siguiendo todos los partidos por la Televisión, ansioso por cada partido del popular. A su vez compartía esto con otros que también vivían esta pasión. Largas pichangas que enfrentaban a los equipos de verdad en el Chile de los ochenta Colo Colo y Cobeloa. Jugando al mejor de 20 goles. Allí estábamos en nuestros juegos infantiles enfrentándonos tal como lo hacían Vasconcelos y Victor Merello, chuflinga Herrera y Mocho Gómez, Oscar Wirth y Mario Osbén, Siviero y el gerente del Gol. Allí también estaba en mis manos la historia del futbol chileno hecha por Edgardo Marin que releía y releía poniendo atención en la historia del popular. Posteriormente crecí para ver a Colo Colo Campeón de la copa libertadores, aquel cuadro que cumplió una magnifica actuación como local y del cual todos los colocolinos y amantes del futbol debemos agradecerle el que le haya vencido a dos equipos de verdad: el Boca del profesor Washington Tabarez (hoy entrenador de la celeste) y Olimpia del paraguay (que fue, en esa época, el equipo mas parecido al Boca de Bianchi, lo ganó todo). Hoy con treintas y tantos años vivo la pasión por Colo Colo tal como si fuera el primer día, cada día leo las noticias del popular y cuando tengo tiempo pongo la radio, como un rito que parece ser lo único permanente en mi vida, después le regalo algún minuto para ver como nos irá el fin de semana, y por ultimo, algo que no puedo explicar, mi hijo me habla de Colo-Colo a pesar que este año he estado ta lejos de él.

Todos los amantes del futbol tenemos una propia historia e intima historia con nuestros equipos. Unos han conocido jugadores, otros fueron a algún partido histórico, algunos vieron derrotas dramáticas y otros gozaron con los campeonatos. En mi caso, mi historia íntima con el equipo popular es un desgastado papel, amarillo en sus contornos, que para el negrito, mi abuelo paterno, era un pequeño tesoro que lo unía al "Popular". Ese papelito acreditaba la calidad del negrito como dueño de un asiento en el Estadio David Arellano. A su vez era el orgulloso documento que acreditaba que él había sido parte de los miles de chilenos que en la década de los 60 y 70 se pusieron con el popular para construir la etapa inicial del Estadio en Pedredos. Como soñadores de provincia que éramos conversábamos con el negrito acerca del día en que ambos estaríamos sentados en el Estadio de Colo Colo para ver ganar al popular. Bueno la dictadura de por medio, que definió el camino para terminar el estadio, las nuevas administraciones que hicieron un nuevo sistema para incorporar fondos desconociendo estos derechos y ciertamente ya lo añejo que era el derecho del negrito impidieron que cumpliéramos nuestro sueño el día en que el estadio de Colo Colo fu reinaugurado el año 1988 con el triunfo del popular sobre Peñarol de Montevideo. Con el tiempo ese mismo asiento y ese sueño ha devenido en un mito. Siempre quedó en mi memoria que en la familia teníamos un asiento en la tribuna Océano del Estadio Monumental. Así lo acreditaba ese papel. Hasta que llegó el momento en que cumplí el sueño de estar en el asiento del negrito. Corría el año 98 y un amigo me facilitó sus entradas para tribuna Oceano en el monumental. Asi que esa noche nos sentamos yo y el negrito a mirar y a alentar al popular contra Barcelona de Guayaquil, empató Colo Colo 2X2, con un golazo de Agustín Tin Delgado para el equipo ecuatoriano.

Generaciones tras generaciones, la hinchada popular esta hermanada por la actuación de sus jugadores y los triunfos que nos han entregado el club del pueblo con 29 estrellas, y una copa libertadores de América. La hinchada esta hermanada por sus propias historias intimas, aquellas que se reproducen como verdaderos mitos de generación a generación. Todas estas historias están incrustadas en la historia del país, porque tal como dice la popular frase "Colo Colo es Chile" – jeeee con sus miserias y virtudes. Así lo fue el año 73, con el mejor desempeño hasta ese momento de un equipo nacional en la copa libertadores, con las míticas jugadas en el Estadio Maracaná, que se realizó en un contexto nacional que iba en camino a la noche más oscura. Y en la noche más oscura de nuestra historia, el club nos deleitó con las temporadas de Caszely y Simaldone a comienzos de los ochenta, pero también se vio prisionero de la oscuridad con la decisión del dictador de ser socio honorario/vitalicio. No podía de ser de otra forma, tal como hoy el popular es prisionero de la S.A. Pero más allá de todo esto el popular mirará hacia adelante pensando en una nueva copa libertadores, en un nuevo campeonato y lo hará seguido de todas estas historias intimas que nos atan con el equipo más popular de Chile, y así una vez mas estaremos apoyándolo y en mi caso junto al negrito sentado, como siempre, en nuestro imaginario y real asiento en el monumental.

martes, octubre 13, 2009

La Previa Chile-Ecuador: Una oportunidad para recordar a Caszely

Llegamos a la última estación de las eliminatorias. Ya clasificados y habiendo realizado uno de los mejores papeles que yo recuerde de algún seleccionado adulto en estas instancias, sino el mejor, enfrentaremos, en el ultimo partido, al combinado nacional de Ecuador. El partido, como siempre ha sido contra este seleccionado, tendrá algunos hechos especiales. De partida celebrar la clasificación frente a una estadio monumental que estará hasta las banderas, también el hecho cierto que la selección ecuatoriana vendrá buscar el partido, lo cual augura un lindo encuentro, y tercero, puede ser un pleito decisivo en función de aquel partido que s jugara en el mítico centenario entre Uruguay y Argentina. Por lo mismo, es un partido del cual vale la pena hablar y busca como siempre en la historia, en la memoria futbolística, y en ella aparecen interesantes actores de la rectangular.

De los enfrentamientos con Ecuador siempre recordaré los pleitos del año 82, especialmente aquel en donde la selección con goles de Caszely y Rivas definió la clasificación para el mundial del. De ese pleito, recuerdo el enorme tiro libre del volante de Colo Colo Carlos Rivas (ah y como no el grito de Carcuro Rivassssssssssssssssssssssssss). Con los años y gracias a los videos de TVN se han conocido imágenes de los pormenores del partido, especialmente, el desorden generalizado que hubo en alrededor de la cancha. Todo en la muy onda ochentera de manejar los partidos, cuestión que venía del otro lado de la cordillera.

En la siguiente eliminatoria, esta vez para el mundial del 86 nos toco de nuevo eliminarnos con Ecuador. El grupo estaba además conformado por Uruguay. Los partido con Ecuador fueron dramáticos, especialmente el que se jugó en Guayaquil, en la antigua cancha del Barcelona, allí Chile tuvo la oportunidad de clasificar directamente a México, pero, desde una posición inmejorable, a boca de jarro, en plena área chica, un joven Pato Mardones le pegó al travesaño, esto después de haber recibido del Pato Yañez, quien había realizado un jugadón eludiendo a cuanto rival se le pusiera por delante. De este modo, el partido de vuelta cobró aun más relevancia. Chile debía ganarles a los del guayas para ir a pelear la clasificación a Montevideo y la crítica general hacia el equipo hablaba de una evidente falta de gol. Pedro Morales, el entonces entrenador de la selección decidió llamar a un histórico del gol: el gerente del área y del gol, uno de los más grande centrodelanteros chilenos, Carlos Humberto Caszely.

Caszely, quien había perdido el penal frente a Austria, lo que marcaría para simpre a mi generación de jóvenes y niños hinchas; el mismo centrodelantero que había tendido dos últimos años llenos de polémicas en Colo Colo, bueno siempre fue de frente, hacia delante como le gustaba en la cancha; el mismo al que escuchabamos hablar en tercera persona, junto a otro prócer de los ochenta, Martín Vargas, devoto de la virgen de Lourdes; el mismo centrodelantero que debuto a los 16 años por Colo Colo y que triunfaría en Colo Colo 73; y que duda cabe, el mismo que marcó una época en los seleccionados nacionales que disputaron las clasificatorias entre los años 74 y 82. Pedro Morales convocaría al mismo que no quiso saludar a Pinochet y se puso una corbata roja para ir a la moneda, junto al seleccionado de chile, una vez lograda la clasificación para el 82. Y Caszely aceptó. El “veterano” goleador, el rey del metro cuadrado se ponía la roja nuevamente para intentar doblegar a las defensas rivales.

En general los hinchas azules se referían de Caszely como un goleador oportunista y “lauchero”. Para aquellos que lo idolatrábamos, Caszely era el máximo referente futbolístico, una muestra viviente, junto al pollo Véliz y Leonel herrera, de Colo Colo 73; Caszely era también el máximo referente en área para el mejor brasileño que ha jugado en cancha chilena (de los que he visto) Severino Vasconcelos; Caszely el jugador más talentoso que jugó siempre para la galería; Caszely el rey del regate y el amague, aquel jugador al que todos queríamos imitar y de hecho a quien le llamaban en el barrio Caszely era alguien de temer.

Caszely, el día del partido frente a Ecuador se despacho con dos goles, uno del cual recuerdo claramente los movimientos. Un corner servido por Jorge Aravena desde el sector sur-oriente del nacional y que tuvo como corolario una espectacular palomita de Caszely en el área chica, emulada ciertamente por Suazo el día sábado pasado. Era el tercer o cuarto gol, no recuerdo bien, pero Caszely había abierto la cuenta y cerraba esa noche con este mágico gol junto a las antorchas en el nacional. El ídolo había retornado. Ecuador quedo así marginado de la posibilidad de ir a una copa del mundo y debería esperar hasta el año 2002. Algunos jugadores ecuatorianos para recordar. Por supuesto Carlos Capurro, quien debe ser uno de los jugadores con mayores presencia en el seleccionado (jugo en argentina). Volante o lateral era una carta fija para cada encuentro entre Chile y Ecuador, parecía eterno. También, como no recordar, Holger Quiñones, espigado y rudo defensor ecuatoriano, que ciertamente fue la antesala de los grandes jugadores de color que ha tenido el equipo del guayas en los últimos años. Y por último, al más grande de los que he visto yo: Carlos Aguinaga. Notable 10 ecuatoriano, habilidoso, pero sobretodo muy inteligente para jugar al futbol.

Caszely fue uno de los mayores protagonistas de los partidos entre Chile y Ecuador. El ariete, el gerente del gol, como lo apodaron en España, el eterno goleador de apariciones fantasmales, como relataba Carcuro; el jugador que había filmado dos películas y un éxito radial durante los ochenta; el mismo irreverente y claro opositor a la dictadura militar; el mismo que hablaba en tercera persona, hasta el día de hoy; el mismo que puso sus manos en la cintura, mirando al portero Kontilia, en el Carlos Tartiere de Oviedo, después de perder el penal mas famoso de una selección chilena.

Caszely era por sobretodo un extraordinario regateador y amagador. De una sobrada inteligencia futbolística para ocupar los espacios en el área y conectar con sus mediocampistas: Chamaco, Edson Beirut, el coquimbano Sergio ahumada, Severino Vasconcelos, Miguel Angel Neira, el mediapunta, un avanzado de la época, Gustavo Moscoso, Manuel Rojas, el Pata Bendita, y su amigo de tantas epopeyas entre los años 81 y 85, el Pato Yañez. La historia del futbol chileno esta llena de goles de Caszely. Los goles del Maracaná frente al temible Botafogo son de los más famosos, están también aquellos contra Emelec, especialmente aquel en donde entro con la pelota en el arco, y el que le hizo a Unión Española en el que eludió a jugadores desde la mitad de la cancha y que el público del Estado Nacional comenzó a gritar se pasó. Mis tíos hablaban de que se había pasado hasta al árbitro y un par de carabineros (un gol y un mito). Los goles para la clasificación del 82, los goles ante Perú y los goles por Colo Colo.

La historia del futbol chileno está llena de las anécdotas de Carlos Humberto Caszely. Como no recordar el penal perdido el 82, lo que volvería a hacer el día en que se retiró del futbol, en un partido de despedida; el mismo al que la dictadura no "autorizó" su viaje para disputar partidos por la selección nacional; el mismo jugador que fue el primer expulsado en una copa del mundo (1974); el mismo que nos hacía reír cada vez que jugaba los partidos de la liga local y transmitía la televisión abierta. Recuerdo un partido en especial: Colo Colo-Audax. El cacique (no era aún el popular) le ganaba con facilidad al Audax, que creo era dirigido, en aquella época, por un ya hiperventilado pero sabio Clavito Godoy que no dudaba entrar a la cancha si algo le parecía mal. Bueno, ese día Caszely se pasó a varios jugadores una y otra vez, esto fue por izquierda a la entrada del área y ante tal situación, no halló nada mejor que devolverse con la pelota en los pies hacia la línea lateral y ponerse frente a la cámara de televisión nacional, siempre con el pie sobre la pelota, y mandar un saludo al público televidente, mejor dicho al "país deportivo". Pedro Carcuro quien estaba en los relatos, primero se sorprendió y después alabó, una y otra vez, el genio y la figura de uno de los más grandes goleadores del futbol chileno.

Carlos Humberto Caszely, quien fue un notable protagonistas de los pleitos con los del guayas, tanto en seleccionados y equipos, se retiró de la selección chilena en un partido frente a la selección del Brasil que disputó el mundial del 86. El gerente del gol, marcaría en esa tarde un gol de su factura corriendo por fuera desde la mitad de la cancha para eludir posteriormente a Carlos, el portero, con una jugada de la casa, un regate largo después de un amague, y clavar la pelota en el fondo de la red. Caszely convivió con las ilusiones, el fervor del pueblo por el futbol y llevó en la sangre la mejor estirpe del goleador de barrio chileno: regates, túneles, amagues, salidas por derecha e izquierda, irreverencia, y que le llevó a anotar uno de los mejores goles que alguna vez se ha visto en el Estadio Nacional: el sello de eterno goleador. SE PASO, SE PASO






Los Miserables y un version del hit el hincha que fue interpretado por Caszely en los cohenta



Un especial de Caszely

viernes, octubre 09, 2009

Camino a Medellin: La seleccion Colombia de los noventa y la gran noche de Salas




Esta es la última salida de la selección chilena en las eliminatorias para el mundial de Sudáfrica 2010. La ultima estación, de un viaje iniciado en el estadio monumental de River Plate. El escenario, la ciudad de Medellín y el estadio Atanasio Girardot, en donde enfrentaremos a la selección Colombia. Como siempre lo he hecho en estas eliminatorias traeré, desde el baúl de los recuerdos, a personajes del futbol que han hecho historia, en este caso en los enfrentamientos de Chile y Colombia.

Pero esta vez haré una innovación, ya que en primer lugar hablaré de la selección Colombia de la década del 90 en su conjunto, desde Pacho Maturana, pasando por Valderrama, Redín , Alvarez, Usuriaga, Asprilla, Higuita, Escobar, Iguarán, Aristizabal, Rincón y el pitufo Anthony de Avila. Esta selección marcó una época, que se inicia por allá por el año 87, cuando un joven equipo colombiano disputó y deslumbró en la Copa América en Argentina, y que se cerró, con una ya opaca actuación en el mundial del año 98, el ultimo mundial de Colombia. Las virtudes de la selección Colombia fueron su bellísimo juego colectivo, la historia de sus personajes y la relación entre tragedia y gloria que acompañó siempre al equipo, casi viviendo su propio macondo.

De sus glorias, no cabe duda que los cinco goles que le encajó a la Argentina de Basile, en el Monumental de River, es el máximo triunfo de esta selección. Fue un baile y un triunfo en donde el talento de Asprilla, el tren Valencia y el PibeValderrama, mas la fuerza de Alvarez, obtuvieron los pasajes para el olimpo del futbol sudamericano. A un toque, siempre con intención, y además con una irreverencia propia del futbol de barrio, la selección Colombia selló su máximo triunfo en su historia futbolística. De sus tragedias, la muerte de Andrés Escobar, el talentoso defensor colombiano, a manos de un “hincha”, posterior al fracaso de la selección en el mundial del 94, marcaría a este equipo. Otros de sus jugadores también han fallecido trágicamente como el palomo Usuriaga.

De sus jugadores no cabe duda que el Pibe Valderrama esta en lo más alto. Jugando a un toque, siempre pasándola con intención y al compañero, habilitando a los delanteros para dejarlos siempre en opción de gol. Sin haber sido un jugador rápido desde el punto de vista físico, Valderrama lo era en cuanto a lo mental. De hecho la principal característica era tener un panorama completo de la cancha y sus posibilidades, por lo cual siempre sabía a quien pasarle la pelota con intención antes de que esta le llegara a sus pies. Recomiendo para quienes se inician en el futbol o deseen mejorar, especialmente para jugar a toque y con rapidez mental el futbol, deben ver, una y otra vez, los videos del pibe Valderrama. El mejor Valderrama jugó en la Copa América del 87, algunos de sus mejores partidos fueron frente a la Argentina el 93, contra Alemania el 94 y para mi, de los que ví en vivo, el que jugó frente a Bolivia en el estadio Sausalito de Viña durante la Copa América de chile el año 91. Notable partido entre la mejor selección boliviana de todos los tiempos, con Etcheverry y Sánchez en la delantera, y Valderrama e Higuita por parte de Colombia. (fue una gran Copa Amárica, solo afectada por el inclemente tiempo).

Otro de los jugadores más importantes de esta época fue Rene Hernán Higuita. Sin ser un gran arquero tenía notables condiciones emocionales y deportivas lo que marcó una época colocando una distancia frente a los tradicionales arqueros argentinos. Tenía la patudez de hacer el escorpión, jugada de barrio y pelusoneo pichangero, frente a un publico ingles que enmudeció ante la intuitiva reacción de Higuita; pero también, esa misma desfachatez para jugar, selló la eliminación de Colombia en el mundial del 90, cuando intentó salir jugando frente al sorprendente jugador de Camerún Roger Milla, que con casi 38 años nos deleitó con pinceladas de un gran futbol. Higuita es la expresión del “sentido total” de esa selección Colombiana en los años ochenta y noventa.

En los noventa, la selección Colombia no tuvo un buen registro contra Chile. Se le ganó en Santa Fe, pasando de esta forma a la final de la copa América del 87. Lo mismo pasó el año 1999 en la Copa América del Paraguay, en donde la notable actuación de Zamorano dejó a la selección Colombia fuera de la final. Para el mundial del 98 la selección chilena se llevo cuatro en Barranquilla, con notables actuaciones de Valderrama y Asprilla, pero le dio la vuelta de mano en Santiago con otros cuatro goles, y jugando el mejor primer tiempo de alguna selección chilena en la década del 90. Ese día todo funcionó a la perfección, y el mediocampo, con el Tobi, Victor H y Musrri fueron el motor para la dupla Za-Sa.

El día del nacional, año 97, la selección estaba más consolidada y se necesitaba seguir ganándo. La actuación de Jose Marcelo Salas fue notable. El matador, ya jugando en Argentina, tenía una velocidad y posición en el campo de juego que era de otra factura. Algo distinto y visible para cualquier espectador. El tercer gol frente a Colombia es una muestra de la capacidad goleadora de Salas. La pelota salió desde la defensa por derecha con dirección al arco norte del nacional, corrió con ella Zamorano y vio la entrada por izquierda en diagonal de salas, corriendo detrás del defensa colombiano que miraba a Zamarano. Zamorano lanzó un centro a media altura y Salas, a la carrera, cargado por la izquierda del área, conectó de cabeza y la clavó en lado contrario al movimiento natural del arquero que se movía hacia la derecha. Farid Mondragón, arquero de notables condiciones técnicas, resbaló ante la inesperada dirección del balón y no pudo reaccionar ante la fuerza que llevaba la pelota. Fue la jugada que selló una actuación notable de la selección chilena durante ese primer tiempo. Alli, en ese partido, el matador, junto a zamorano, comenzaban a plasmar la epopéyica campaña de los Za-Sa y la selección de Sierra, Musrri, Margas, Tapia y chilenita Fuentes.

Para el final, los protagonistas de esta nota han sido notables jugadores del futbol mundial. Valderrama es uno de mis grandes idolos y jugue imitándolo muchos años. Después de mi primera lesión me propuse jugar como el Pibe. De Higuita y Salas, ambos quedaron para siempre en las paredes del museo de la catedral del Futbol como lo era el antiguo estadio de Wenbley. El escorpión es una de las jugadas más increíble que han visto los hinchas en una cancha del futbol y por cierto fue para la catedral. Y el gol del matador es uno de los goles más hermosos en la historia de Wenbley. Bien por estos monstruos del futbol mundial.



Nota: La canción de los miserables y el loco Higuita, un homenaje para todos los futbolistas



Nota: la gran noche del matador con la selección el 97 y el relato de Pedro Carcuro

lunes, septiembre 28, 2009

Arqueros y Casacas: Yashin, With, Shumacher y mi hermano



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La casaquilla de arquero es uno de los elementos más importantes del vestuario de un equipo de futbol. Las hay y las hubo de diferentes modelos y colores. Las vistieron porteros malos, regulares, buenos y extraordinarios. Algunas de ellas, especialmente por sus colores, pasaron a ser parte de una identidad de los planteles, de la tribuna, de un país, de un estilo futbolístico, de una epopeya, de un drama. Algunas no fueron nunca más usadas, esto después de un tarde de infortunio y con goleada de por medio. Quiero hablar de ellas y especialmente las que me traen recuerdos y han dejado una huella en mi memoria futbolística.

La primera de ellas vino por transmisión oral de mi abuelo materno y después gracias a youtube y la magia de los videos, especialmente aquellos que nos llevan al eterno mundial del 62. Me refiero a la casaca del gran Lev Yashin, la araña negra. Vestido con una tricota de riguroso negro era el complemento perfecto para la agilidad del mítico portero soviético; el mismo al que Leonel Sánchez derrotó en el mundial del 62 con un 90% de su talento y un 10% aportado por la justicia divina, la que fue invocada por Julio Martínez en su relato. La figura de Yashin, quien medía casi dos metros, más su elasticidad, ha sido elevada a la categoría de mito. Era extraordinario. Alguien que le seguía los pasos, en nuestra región, por vestimenta y también por talento, era un portero de la rivera oriental del río de la plata, el gran Mazurkieri, quien también jugaría por Cobreloa. El negro sigue estando vigente en algunos porteros pero nadie lo viste como lo hacía el gran Yashin. Por último, como no recordar a un portero chileno que usó la casaca negra; si el recordado Loco Araya, quien muriera trágicamente, pero que en las canchas nos entregó no solo las virtudes de un gran portero, sino también, la alegría para alguien que vivía el futbol como una gran fiesta. Una de las alegrías que llevo en mi corazón es el haber alcanzado a ver imágenes del Loco defendiendo la portería de Palestino. Gracias a los partidos que transmitía, para el "país deportivo" televisión nacional, con el relato de Pedro Carcuro en las tardes de los sábados, por allá por los inicios de los ochenta y siempre desde el Santa Laura.

La segunda casaca es la Oscar Wirth cuando este se puso al arco del Cobreloa dos veces finalistas de la Copa Libertadores de América. La casaca de Wirth, listada con gruesas líneas horizontales de color naranjo, con un negro de fondo, es "mítica" por varias razones. La primera de ellas, es que en los ochentas se tejieron muchas teorías acerca de los poderes de la casaca de Wirth. Algunos señalaban que los colores elegidos no eran por azar, sino que respondía a un objetivo apoyado en el poder policromático de la casaca: distraer al delantero rival de su objetivo final y crear la ilusión de que el portero era más alto de lo que efectivamente era su altura. Segundo, esta casaca es mítica porque llevaba estampado, en los colores, el misticismo de los "zorros del desierto". Si hubo un equipo chileno al que se le pueda decir que ha tenido un especial misticismo, ese es el Cobreloa que disputó dos finales de la libertadores. Todos sus jugadores tuvieron y tienen un especial carisma basado en la humildad, sencillez y el bajo perfil de quienes fueron y son craks de verdad. En la cancha era unos monstruos tal como lo demostraron en una noche de Montevideo al derrotar a Nacional con un gol del 40 metros del trapo Olivera. Como no recordar también a los hermanos Gómez, oriundos de Ovalle y de la población Villalón. Cuando estuve en el museo del Maracaná, gracias al gentil auspicio de la sociología, fui golpeado por una gran imagen que cubría una de las paredes del museo. Allí estaba Wirth y su casaca, en la portería esperando la pelota de Zico que se coloría por la mano izquierda del portero. Junior estaba mirando el balón y vio cómo este sobrepasó el poder policromático de la casaca de Wirth. En unos minutos, que parecieron eternos, me quedé pegado mirando la imagen del portero Wirth, de Mocho Gómez en la barrera, de Hugo Tabilo y me transporte a ese tiempo maravilloso de un equipo que parecía venir de otra galaxia, una de esfuerzo y sacrificio, que desplegó el mejor futbol de los ochenta. Detrás de Rojas y Osbén, compitiendo con Cornéz, está Wirth como uno de los mejores porteros de la primera parte de los ochenta.

La tercera casaca es la mítico Schumacher. Dicha casaca es especial para mí. El mundial del 82, donde jugó el mejor Brasil que he visto en mi vida, y que coronó al seleccionado de Italia como campeón del mundo, el portero alemán fue un protagonista de la fama. Atajó los penales decisivos en unos de los mejores partidos de la historia del futbol mundial, Francia y Alemania, en donde además mandó, al más allá, al recio defensor francés Battiston, en una jugada que tiempo después la imitaría, en nuestra liga, jugando en el Nacional, el buen portero iquiqueño Antonio Erlich. Una voladora para defender el honor de la porteria que fue terrible; Schumacher fue un notable achicador, quizás mejor que el mítico Gatti (de quien no voy a hablar esta vez ya que quedó para otra nota, aquellas de la binchas y los porteros). ¿Cuál fue uno de los colores que usó Schumacher en su tricota? el amarillo, que lo usó en el mundial del 86. Si el mismo color que después, en la mítica semifinal contra Boca junior y a lo largo de la Copa Libertadores de América, usaría José Daniel Morón. En el partido de la semifinal hay una jugada en la que Schumacher se transportó hacia el Monumental David Arellano y se incrustó en el cuerpo del Loro Morón, quien le achicó al batigol tapándole un gol que era inminente y la clasificación de Boca a la final. Durante unos segundos, en esa fría noche de invierno en Valparaíso, frente al televisor, creí ver en el pórtico del "popular" a Schumacher.

La cuarta casaca es la de mi hermano, Luis Figueroa Valenzuela. Este la usaba para ir a jugar a la cadetes de Club Deportes Ovalle o para disputar un partido de beiby en las canchas del "Colegio San Viator". De fondo blanco y listados horizontales de color rojo, y guantes de los mismos colores, la camiseta parecía imitar las capacidades de la tricota usada por Oscar Wirth. La misma había sido comprada por mi papá o hallada por nosotros en la vestimenta de un equipo de futbol que éste tenia en el norte. La misma duro, en actividad regular, hasta que en una desafortunada jugada, mi hermano salió a achicar al delantero, quien se iba en demanda del arco, y sin ningún recaudo se lanzó con todo, pasándose a llevar rodilla, pantorrilla, brazos y casaca en la polvorienta y pedregosa cancha de entrenamiento en el antiguo estadio Ferroviarios de Ovalle. Quedó maltrecho y sangrando, con un buen pedazo de la rodilla colgando, pero todo fue por defender con honor y valentía la portería. Lo que se le pide a cualquier portero. De ahí en adelante, la casaca animaría algunas veladas de beiby futbol de quien habla, maratónicas por cierto, en la cancha de la población Villalón de Ovalle, junto a puñado de dotados para el balompié y la jarana.

Hoy la relación entre camisetas y porteros, en esa alianza mítica que se describió desde los inicios del futbol, ha quedado al margen bajo la lógica de jugadores y equipos diseñados para la publicidad. Reviso alrededor del mundo y ya no hay arqueros que luzcan sus tricotas con el objetivo de atemorizar al delantero del equipo rival, a la hinchada, a un país o simplemente convertirse en ídolos de la hinchada. Es tal la orfandad de estos porteros que si miramos en la Argentina, Uruguay o Brasil,cuna tradicional de buenos y míticos porteros, sólo vemos la presencia de arqueros timoratos, algunos de ellos buenos como Julio Cesar del Brasil, pero que no logran transmitir esa imagen gloriosa de los arqueros que he nombrado. Habrá que esperar si aparece alguien que no solo este para estar bajo los tres palos, sino también, para ser el líder y la imagen de equipos de futbol que construyen y hacen sus historias más allá de la rectangular.

jueves, septiembre 17, 2009

Relatores V: Wladimiro Mimica El Cantagoles - tuya mia tac tac tac - Colo Colo, equipo del pueblo campeon de la copa libertadores.


Wladimiro Mimica fue el mejor relator radial del futbol entre la segunda parte de la década del 80 y la primera parte de los 90. Y más importante aún fue el relator de la copa libertadores de America que ganó el equipo popular, el Colo Colo de Chile. De origen austral, oriundo de Punta Arenas, Mimica trabajó preferentemente en la radio y en alguna ocasión, especialmente para los mundiales en la televisión. Sus principales casas radiales y espacios deportivos los tuvo en Radio Chilena, en donde marcaría una época con la mítica chispa del deporte, y en Radio Monumental. Su relato se caracterizaba por una narración al ritmo de la jugada lo que quedó inmortalizado en el famoso "tuya mía tac tac tac". Mimica es un relator de verso fácil, emotivo y que lograba interpretar cabalmente los estados emocionales de un partido de futbol y de los estadios en donde le tocaba relatar. Quiero asumir que esta facilidad del relato surge de cultivo de la oralidad junto a sus amigos patagones, de las historias narradas al lado de un fogón y su debilidad por el tango. Cabe destacar que Mimica ha sido uno de los organizadores del principal festival de música y folklore de su región, y en donde hoy vive y es alcalde de Punta Arenas. El relato o los relatos más recordados del "cantagoles", y en esto no tengo dudas, son la final y semifinal de la copa libertadores ganada por "el popular". Mimica fue el relator de la Copa Libertadores y quienes somos colocolinos entendemos que el cantagoles fue un actor relevante en la gesta del 91. En efecto, el cantagoles narró la noche mágica del mágico Pérez, aquella en donde le dijo a Pérez que su paciencia y espera era gratificada con su paso directo a la historia del futbol chileno y de Colo Colo al anotar los dos hermosos goles en la máxima gesta de un club de futbol chileno. El chico Pérez había estado ausente en la nómina de Jozick y saltó a la cancha siendo reserva de los lesionados Rubén Martínez, Pato Yañez y Ricardo Mariano Dabrovsky, los delanteros titulares. En el primer gol, una hermosa pared entre el mágico Pérez Rubén Espinoza, Mimica lo inmortalizó al relatar la jugada diciendo "tuya mía tac tac tac"; en el segundo gol, Mimica se inspiró para relatar el gol del Chico Pérez, quién amago disparar, en el centro del área, con derecha, para posteriormente definir con su izquierda frente al zaguero paraguayo y la impotente salida de Bataglia. Ante la frialdad con que definió Pérez y la belleza del gol, Mimica retrataría esto diciendo un Golazo Monumental. Era el corolario perfecto para los brillantes primeros 30 minutos de Colo Colo y en especial del mágico Pérez. Finalmente, aquellos que todos los hinchas del futbol tenemos guardado en nuestra memoria, Mimica se puso frente al micrófono durante el entretiempo y en un acto de poesía futbolística le dio la bienvenida a la copa libertadora, dama de América, que por años le había sido negada al futbol chileno y que esa noche llego para quedarse por un año en las vitrinas del Estadio Monumental David Arellano. La invitación de Mimica, hecha en un momento de espontaneidad refleja el momento en que los fantasmas del futbol chileno, aquellos que habían dejado a Colo Colo, Unión Española, Cobreloa al margen del camino, sin poder abrazar y tocar la copa, terminaban por diluirse en la euforia de un pueblo abrazado, ahora a la historia del futbol sudamericano, con su copa más deseada. En la síntesis final, podemos decir que Wladimiro Mimica, el cantagoles dejo una huella imborrable en la narración del futbol chileno y ciertamente marco una época, especialmente desde su trinchera deportiva durante los ochenta, aquella de Radio Chilena, y selló una relación imperecedera con el pueblo coloocolino y el futbol chileno, todo esto en aquella noche en que relató el triunfo de Colo-Colo y la obtención de la Copa Libertadores.

Escuchen y vean a través de este link el relato y los goles de esa noche histórica.



martes, septiembre 08, 2009

CHILE-BRASIL: Después de 20 años

Después de 20 años vamos a Brasil con la dignidad futbolística y la moral recuperada. Después de 20 años vamos a Brasil con un equipo de verdad. Después de 20 años vamos a Brasil a buscar una hazaña como también lo quiso la selección de Orlando Aravena, el Cóndor rojas, Aravena y Pato Yañez. Después de 20 años tenemos una nueva oportunidad para añadir un momento mágico a la historia del futbol chileno. Después de 20 años vamos por la gloria tal como lo hizo el Colo Colo 73 ccon los goles de chamaco y Caszely en el Maracaná, Después de 20 años vamos para enfrentar a Brasil con el mismo coraje y futbol que los hizo el Cobreloa de Cantatore, Merello, los hermanos Gomez, Escobar, Wirth, Puebla, Olivera, Siviero y Rojas el chifle, Escobar y Tabilo, ante el mejor Flamengo de todo los tiempos, si el que tenía a los monstruos Zico y Junior. Después de 20 años vamos a disputar nuestra clasificación ante el mejor equipo del mundo. Después de 20 años tenemos la posibilidad de ir sellando esa historia amarga que se inicio el año 89.

Aun no sabemos con claridad por qué Rojas, el mejor arquero del mundo en aquel momento y no exagero, eligió el camino opuesto al del honor deportivo. Aun no sabemos con claridad por qué Rojas, quizás en un acto desesperado después del gol de Careca, decidió cortarse. He llegado a pensar que Rojas se había arrepentido durante el entretiempo y que la bengala fue la peor casualidad del mundo, y justo después del gol de Careca. Quién sabe por qué Rojas, que había tenido atajadas increíbles en el primer tiempo, ratificando su condición de ser el mejor de América y del mundo, convirtió el segundo tiempo en el inicio de su calvario y en el entierro de su carrera. Quién sabe por qué Rojas malogró su carrera para siempre. Quién sabe porque rojas hizo un acto que lo condenó a una cadena perpetua deportiva y a vivir fuera de la cancha, quién sabe por qué rojas se autoinmoló y de paso se llevó consigo a Fernando Astengo, el mejor central después de Ricardo Elías Figueroa, el melenudo defensor era un crack. El dinero parece que no, Havelage y la señora FIFA puede ser, quizás no sea más que un acto de “patriotismo”.Bueno todo quedó en el camarín..

El partido en el Maracaná fue tenso desde el momento en que la selección le empató a Brasil en el Nacional. Con el gol de barrio mas célebre de la historia del fútbol chileno y quizás de Sudamérica. En el Estadio Nacional presenciamos una de aquellas jugadas que sólo podemos ver en alguna cancha de barrio. Aravena le pidió el balón al juez colombiano Jesús Díaz, un personaje, puso la pelota en el suelo y mientras los brasileños discutían con el arbitro le tocó la pelota a Basay, quien siendo un jugador de mucho barrio, la mando al fondo de las redes. Los reclamos no sirvieron de nada. El arbitro colombiano, que había recibido un botellazo en un partido con Uruguay en el nacional, validó el gol y el 1 a 1 quedó firmado, entre la mejor selección chilena de la segunda parte de los ochenta y la selección de Brasil que sería eliminada por la argentina de Caniggia y Maradona en el estadio San Paolo de Nápoli.

Los primeros minutos en el Maracaná fueron terribles. Chile no podía salir y sus defensores se veían constantemente superados. Pato Reyes por derecha no podía con Bebeto y por el medio había muchos problemas con Careca. Puebla por izquierda tenia que enfrentar las arremetidas de Valdo y Silas. Por ambas bandas subían los laterales y por la izquierda el mejor lateral izquierdo de la época Branco. Al mismo que Ormeño en el Nacional casi lo mando al quirófano con la patada más memorable de las eliminatorias jugadas por alguna selección chilena. La del Chiqui Chavarría a Francescoli no se le acerca ni un centímetro en espectacularidad y violencia. Fue un patadón.

De una de las tantas arremetidas de Branco en el Maracaná salió la mejor tapada de Rojas y de un arquero chileno de los que yo he visto. En esta tapada de Rojas, lo extraordinario no fue el coraje, tal como lo mostró en la memorable atajada de Lima el 85, sino la muestra que nos brindó de su plasticidad y belleza deportiva. Branco entró en diagonal y a tres dedos, con borde externo se despachó un zurdazo que parecía un misil y que iba al segundo palo del arquero, a la mano izquierda de Rojas. El portero que defendía los colores del Sao Paulo del Brasil vio cómo la pelota, súbitamente, cambio de dirección y giró, con el chanfle, hacia la derecha del portero. Este movimiento de la pelota, con Rojas ya casi impulsado sobre su izquierda, le demandó, al Condor, hacer gala de su plasticidad. Reaccionado en el instante, el Condor voló sobre la derecha y con su mano derecha estirada hacia atrás mando la pelota al corner. NOTABLE, la mejor tapada de un arquero de selección chilena de la cual he sido testigo (algo similar hizo el gato Osbén en un partido amistoso con Brasil). Sentado en el living de la casa quedé asombrado con la espectacularidad del mejor acto deportivo que le había presenciado al Condor Rojas. El arquero parecía imbatible y resistió el ataque de Brasil que ahogó a la selección chilena durante 35 minutos. En esos 35 minutos el Condor Rojas debe haber evitado, con memorable tapadas, a lo menos cuatro o cinco goles hechos. Al final de este periodo de 35 minutos vino una carrera del Pato Yañez. Eso fue todo en el primer tiempo.

Careca, el goleador brasileño que acompaño a Maradona y Alemao en el Nápoles de Italia, cuando el 10 llevó a este humilde equipo del sur de Italia a ser campeon del pais y europa, había prometido la clasificación del Brasil. A Brasil le bastaba el empate por la mejor diferencia de gol obtenida ante Venezuela. El seleccionado chileno tenía jugadores notables. Rojas, Aravena, Rubio, quizás en su mejor momento, Yañez extraordinario puntero, Hisis, Astengo y Gonzalez en la defensa, el siete pulmones Ligua Puebla, que sería el único titular inamovible de Bielsa, Pizarro, Letelier, Zamorano, Basay, el pillo vera, en fin un equipazo, (algunos habían estado presentes en el mítico triunfo de Chile en Córdova ante Brasil). El gol de Brasil vino en los primeros 15 minutos del segundo tiempo. Bebeto se limpió a Gonzalez con un elegante regate y metió un pase por el medio para Careca, que no pudo cortar Astengo; el brasileño amagó salir por derecha para salir finalmente por izquierda y ante el cierre desesperado de Reyes y Puebla cruzó el remate, él que fue desviado por Rojas, al que le molestó un salto de la pelota antes de poder desviarla. El esfuerzo no sirvió y la pelota se metió a un costado del palo izquierdo de Rojas.

Después del gol vino la oscuridad iluminada por la fogateira. A continuación vino el acto de Rojas, el famoso “Pato Yañez” de Yañez, Rojas siendo sacado por sus compañeros, con su cabeza y polerón de arquero manchado de sangre, el equipo retirándose de la cancha, Carcuro diciendo que esto era el robo más grande que había ejecutado la FIFA y Joao Havelange, uno de los miembros de la junta militar en Chile, el marinero Merino, refiriéndose en los brasileños en términos rascistas, la embajada de Brasil apedreada, el equipo llegando al aeropuerto y Rojas abandonando en camilla o silla de ruedas, tal como lo hiciera quenita, ocho meses de declaraciones y videos hasta que Rojas no pudo más y confesó. Después vinieron los castigos: Rojas a perpetuidad fuera de la cancha, Astengo y Aravena alrededor de cinco años. Al primero le costó su carrera y al segundo un exilio de la cancha y la “quitada de saludo” de algunos de sus compañeros de profesión, algunos de ellos que habían alentado los prácticas de ganar como sea – esto era común en toda la región, no olvidemos la botellita de agua de la argentina de Bilardo en Italia -. Finalmente la roja se quedó sin mundial del 94 y esa notable camada de futbolistas quedó al margen del camino. Solo zamorano sobreviviría y junto a Salas lograrían revertir esto, en parte, con esa notable gesta goleadora de la eliminatoria para el mundial del 98.

El caso Rojas fue el cierre o la guinda de la torta de un ciclo en el futbol chileno. El mismo que se había iniciado con la copa América del 79 y el caso pasaportes, que siguió con la surrealista concentración del plantel del mundial del 82, con las eliminatorias del 85 (quizás el único momento distinto, pero no tanto, sólo hay que recordar el viaje a Ecuador y el partido con los del guayas acá en Santiago), la copa America del 87, que si bien Chile llegó a la final, el equipo estuvo dos veces a punto de no presentarse ya que no se arreglaban los premios, y el año 89, en donde pasó de todo, no solo en el Maracaná, sino también, en el Nacional. Siempre he pensado que ese partido, Chile-Brasil duró desde el pitazo inicial del pleito en Santiago, no me equivoco, del manotazo que le da Romario a Hisis antes de empezar el partido, y termina con el corte de Rojas en el Maracaná. Fue un partido de casi un mes. Si el partido mas largo de la historia del futbol chileno.

¿Qué quedó de ese encuentro?. En la memoria imborrable las grandes tapadas de Rojas en el Maracaná, el corte del mismo en el mítico estadio, el gol de barrio de Ivo Basay, la patada de Ormeño a Branco, la fogateira, Merino hablando de “monos”, Zamorano llevando a Romario fuera de la cancha una vez que había sido expulsado, el colombiano Jesús Díaz arbitrando su ultimo partido como internacional, Julio Martínez en el relato hablando de la barra bullanguera, grande julito, Dunga en sus primeros partidos con la selecciona brasileña, y una derrota en el Maracaná que marcó a una generación no solo de futbolistas sino también de jóvenes hinchas. Mañana el equipo puede aspirar a darnos una nueva alegría. Estoy seguro que saldrá a jugar al futbol. Es su identidad y lo que más debemos agradecer de Bielsa. Y lo quiero ver jugar de la misma manera brillante que lo hizo Rojas en el recordado primer tiempo del Maracaná en el año 89. Y más aun quiero que lo haga en el segundo tiempo, lo haga de la misma forma, para que de este modo saldar cuentas con la historia.

PD: Rojas siempre serás el ídolo en la cancha y el mejor arquero chileno que he visto. Gracias por las tardes de alegría y que ese oscuro segundo tiempo vaya quedando cada vez más atrás.

sábado, septiembre 05, 2009

Chile-Venezuela: Un paso más hacia Salvador de Bahía y Sudáfrica


El partido de hoy es muy especial. Pueden suceder varias cosas y una de ellas es que logremos cerrar la clasificación. Pero más allá de esta posibilidad cierta lo de hoy es un partido de transición, un paso más, de camino a Sudáfrica. Lo es también porque es el partido anterior a ese gran pleito que el profesor Bielsa, en su intimidad, ha planificado con mucha anticipación: Brasil. Al igual que el 98, previo a la clasificación de Chile, la selección jugará contra Venezuela en el monumental. Hoy deberá probar todas sus variantes y sellar los ¾ del boleto a Sudáfrica. Con esto viajaremos a Brasil, en el sueño más maravilloso, y disputar la clasificación o el liderato de la clasificatoria ante el pentacampeón.

La propuesta de hoy es la misma de siempre y con las variantes ya conocidas de un equipo que ha logrado después de dos años una clara identidad futbolística. No será un partido fácil, es un rival distinto, más maduro y en un camino futbolístico a buscar su madurez absoluta. Aquella que ha forjado esta década. Por lo mismo, Bielsa ha desarrollado todos los aspectos del partido, incluso los saques laterales, dando cuenta que este debe ser una de las fechas en donde se ha planificado todo.

¿Qué podemos esperar hoy?. Matías siendo gravitante ya que quizás en su mejor nivel físico y futbolístico en años; Sánchez pasando por su mejor momento al igual que Beausejour; Suazo calentando los motores y saliendo de sus lesiones de pretemporada; Carmona y Isla aprendiendo su libreto, que si clasificamos, deberán rendirlo, como una materia de lato nivel, en el mundial. Todos estos factores hacen que esperemos lo mejor para esta noche. Por derecha o izquierda el equipo debería explotar todas sus calidades y capacidades. Por el medio Mati debería ser desequilibrante.

Del equipo rival debemos esperar un juego basado en el amor propio dado por las posibilidades ciertas que tienen de meterse en el repechaje. También en el hecho de que tienen una dinámica aprendida y que han jugado bueno partidos de visita. Arango es desequilibrante en tres cuarto de cancha y posee un respetable remate de media distancia. Un equipo al que se le debe respetar y así lo ha dispuesto el profesor Bielsa.

Algo especial para esta noche: Suazo. El chupete será el factor esta noche. Por el medio, frente a defensores lentos, hoy debería marcar las diferencias que supone su perfil de un goleador por excelencia. Suazo necesita esta actuación y seguro, en el escenario del monumental, alcanzar una de sus mejores moches. Si esta metido en el partido quedará, tal como lo hizo zamorano, incrustado en la historia de la selección. Suerte Chupute.


Post partido(por primera vez): Para la otra será chupete. Brasil te espera.

La noche mágica de zamorano ante venezuela - Rumbo al mundial del 98


Zamorano llegó al Monumental David Arellano con un tropel de emociones: la selección en tierra derecha al mundial del 98, su padre fallecido tempranamente un furibundo hincha colocolino, el mismo Zamorano declarado colocolino, Zamorano había debutado por la selección ante Venezuela, y por último era el primer partido de la selección en el Monumental, si el estadio de la copa libertadores.

Con un equipo consolidado y mentalizado en clasificar, lideró al plantel hacia un triunfo y que para quienes vivimos esa eliminatoria fue el partido perfecto para tener la seguridad de enfrentar, en la gran final del pacífico, en un partido decisivo a Perú en el Nacional. Zamorano ese día mostro toda su estirpe goleadora, aquella forjada en los campos de entrenamiento de Cobresal en Maipú, con sus goles en Trasandino de los Andes, junto a un puntero izquierdo notable como Alejo Rodriguez, en la soledad del desierto, junto el Guerrillero Manuel Rodríguez, de los mejores entrenadores en los ochenta, Salgado, Pedetti y Martínez, y por último con Cantatore en el Sevilla.

Con el equipo en las espaldas, Salas estaba lesionado, Zamorano lideró al equipo hacia una noche que fue espectacular. Zamorano marcó cinco goles y la figura del ídolo de Maipú quedó estampada para siempre en el recuerdo de la hinchada. Como en ningún otro partido el delantero logró una empatía con el público, el que lo ovacionó de manera estruendosa al final del partido. No era menor lo hecho por Zamorano, cinco goles y quizás los 47.000 espectadores de esa noche vieron uno de los mejores goles de su carrera deportiva, de gran factura técnica tanto en la elaboración como en el finiquito.

El Guatón Vega hizo estragos en esa eliminatoria y en esa jugada específica burló a tres jugadores venezolanos junto a la línea lateral por el sector derecho. Amagando ir hacia adentro de espalda al arco, giró de manera súbita sobre la izquierda y junto a la línea lateral dejó en el camino a dos jugadores venezolanos. Luego con la depurada técnica del guatón, quizás el mejor volante de los noventa después de Sierra, lanzó un centro a media altura, al primer palo, donde apareció Zamorano. Este con un suave toque con su pierna izquierda, en el marco de una plástica jugada, desvió suavemente el balón, el que se fue a meter al segundo palo. Zamorano corrió sobre la derecha hacia el baderín del corner y se abrazó con el guatón Vega.

Fue un gol para cerrar una gran eliminatoria del gran capitán ya que en los partidos posteriores estaría ausente por una rebelde lesión muscular. El gran capitán de esa selección, a quien el destino le negó un par de goles en el mundial del 98, en donde quizás fue uno de los mejores jugadores del seleccionado, dejó una huella imborrable en el monumental. Hoy los muchachos de Bielsa y un seleccionado joven, con muchos ex - colocolinos en la formación titular, saldrán a sellar la clasificación al mundial. Y al igual que el gran capitán de la selección del 98 sellarán para siempre un romance entre la selección y el Monumental David Arellano.

PD: El arquero de Venezuela fue Dudamel. Buen arquero quien había tenido una anterior Copa América brillante. Dudamel jugaría en Argentina y marcó el inicio de los buenos arqueros venezolanos.

Venezuela y su propia revolución futbolística


Venezuela llega al monumental con una selección que es una muestra muy diferente de los que fue su experiencia a lo largo de los 80. Realmente cuando uno mira el pasado de Venezuela, especialmente en lo mostrado en los 80, salvo con una Copa América en Brasil, el nivel de las mismas era extremadamente bajo. Técnicamente y sobretodo tácticamente mal preparadas, con jugadores cuyo físico se asemejaban más a beibolistas que a jugadores profesionales de futbol, y más aún, sin ninguna cultura futbolística para enfrentar los partidos en eliminatorias. La tónica era que la selección Venezolana se llevara sendas goleadas, mostrando gran inocencia en el juego y no entendiendo el sentido del mismo.

Hoy la realidad es distinta. Deslumbrados en esta parte del mundo por el trabajo de Ecuador, hemos perdido la visión de quizás la mayor evolución del futbol sudamericano: Venezuela. Técnicamente sus jugadores han mejorado muchísimo y tácticamente aún más. Hoy se paran casi siempre con dos líneas de cuatro y dos delanteros, con una defensa que ha ganado en experiencia y logra sostener a lo menos dos generaciones, con talentosos jugadores como Arango, Moran, Morel, Maldonado, con entrenadores que le han dado una identidad al futbol venezolano y una liga que ha ido creciendo.

Las muestras de la revolución futbolística del futbol Venezolano están en varios registros. Un triunfo en el centenario de Montevideo, ante la selección de Carrasco, entrenador que usó zapatitos blancos y una chaqueta celeste el día del partido, triunfo en el Girardot de Colombia y en el Nacional Julio Martínez de Chile, se hacen respetar de local, sus equipos han comenzado a escalar en La Libertadores y su selección sub 20 disputara un mundial juvenil el próximo año. Todo en una década lo que da cuenta de una rápida evolución. Finalmente, una selección mucho más futbolizada y que ha incorporado rasgos del futbol contemporáneo: "proponer" y "atacar". Un rival al que hoy hay que vencer sin pensar que la historia es suficiente. Hay que hacerlo a través del futbol propuesto por Bielsa.

sábado, agosto 29, 2009

Los relatores IV: Pedro Carcuro Leone-Jose Marcelo Salas tomando la escalera para llegar al cielo



He escuchado los relatos de Pedro Carcuro Leone por más de 28 años. Los recuerdo con nitidez desde el año 81, ya sea en las eliminatorias del mundial o narrando las hazañas del Cobreloa de Cantatore. Carcuro posee un estilo único y singular entre los relatores chilenos, pero cuyo antecedente debe ser por cierto los relatos de Julio Martinez Pradenas. Sigue la jugada sin estridencias y hace que toda narración del partido tenga un carácter épico, con gladiadores o personajes teatrales desplegándose en la cancha. Seguramente algo que viene de sus pasión por el teatro, el boxeo y las veladas boxeriles que narró en sus comienzos, esto hacia la década del 70. Por esto mismo, sus frases han quedado patentdas en la memoria colectiva del futbol y el relato deportivo en Chile, por ejemplo,"me pongo de pie para decir tardelli", "puede ser la ultima jugada de yañez" "patricio yañezzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz" "tomó la escalera para subir al cielo", "un anagel caido del cielo para hablar de Zamorano" "gracias Claudio Borghi gracias por jugar al futbol en Chile" (narración del mejor gol de Borghi en Chile) etc. La narración del segundo gol de Salas ante Italia es una expresión clara del estilo de Carcuro y que está condimentada con el hecho de que ese día Carcuro fue más chileno que nunca. Sólo hay que escuchar la triste y apagada voz de su relato cuando Bochardou cobra la mano de Fuentes e Italia empata. Su facilidad para el relato no sólo queda reducida al fútbol sino que también va más allá. De las mismas, tengo en la memoria, la pelea de Martín Vargas en tokio, a las cinco de la mañana, por la disputa del título mundial del peso mosca (vestido con los colores de la Virgen de Lourdes). Un personaje del futbol al que Maradona llama Carcuore y con quien seguramete seguiré las hazañas de la selección de Bielsa en el mundial de Sudáfrica 2010.

jueves, agosto 27, 2009

Relatores III: Marcelo Araujo y el gol del Shileno José Marcelo Salas Melinao



Marcelo Araujo fue el principal relator de la Liga Argentina en los noventa, como así también de la copa libertadores. Rápido en las palabras y en las ideas, su relato se caracterizó por una narración a ritmo de un tango, sin elaborada estridencia ni tampoco con una gran tendencia a imitar el sonsente de un payaso - salvo en la final de la copa libertadores del año 96. Calificaría el relato de Araujo como un acto elegante, agradable de escuchar, y en el cual se proyectaban las historias de los jugadores en la cancha, esto como si tuvieran una vida propia y paralela que nacia y renacia cada domingo. Así cuando el burrito estaba en el area era un "que tal Ariel", o cuando aparecía Salas, "que tal fenómeno". Un saludo amable para el jugador, pero que lo elevaba a la categoría de gladiador. Finalmente su principal caracterítica, aquella que recordamos con mayor precisión, un sostenido grito de gol que por un momento parecia nunca acabar y el que se iba apagando poco a poco hasta que Macaya hacia el comentario del mismo y se reiniciaba el juego. Hoy Araujo volvió a relatar el futbol argentino.

lunes, agosto 24, 2009

Los relatores II: Victor Hugo Morales Argentina - Inglaterra 1986



Victor Hugo Morales, uruguayo, posee un particular estilo de relato el cual quedó expresado, en su mayor esencia, en el segundo gol de Maradona en México 86. El relato es de una limpieza única y va siguiendo en belleza y emoción, paso a paso, la gran jugada de Maradona. El relator internalizado en la jugada, va anticipando el destino final de la misma: convertirse en el mejor gol de todos los mundiales. Sin ningún tipo de estridencia ajena a la propia grandeza de la jugada, su relato entra en contacto con la jugada de Diego y sella este momento único con un alto grado de emoción que cruza a la nación entera y aquellos que estaban en ese momento por Continental (la radio). Entendiendo la esencia del futbol, el relator no titubeo en calificar la jugada de Maradona como la mejor de todos los tiempos. Asi también, selló el relato entre lágrimas y expresando que esta jugada solo podía venir desde aquella estrecha relación entre Dios y el futbol. Las lagrimas vertidas al final del relato, en la espontaneidad del mismo, y sobre la emoción del más hermoso gol de los campeonatos mundiales, retratan de manera única el modo en que Victor Hugo Morales vive el futbol.

Victor Hugo Morales aun esta en Continental para relatar la liga Argentina

Otro dato: VHM es una expresión del relator y comentarista rio platense quienes usualmente suelen combinar el amor por el futbol con la literatura, la filosofía, la política, la economía o la cultura.

lunes, agosto 03, 2009

Los relatores: Gol de Salas -Carlos Alberto Campusano-Un aporte de Walter


Gol de Salas - Modyo

No hay cosa más linda en el futbol que escuchar un buen relato de futbol. Relatos como el de Victor Hugo en el gol de Maradona el 86, los goles de Carcuro, Mimica el 91 narrando las hazañas del Colo, Ernesto Díaz narrando el periplo de la sub 23 y Zamorano en Sidney, Claudio Palma y su narración de la epopeya del Loco Bielsa y sus dirigidos. Pero hay uno, que ya no esta entre nosotros, pero de quien guardo unos de los más hermosos recuerdos escuchando un partido de la Universidad de Chile. Me refiero a Carlos Alberto Campusano, el gordo, sí el mismo que se presentaba diciendo "cinco continentes y cinco mundiales", aludiendo a su recorrido en el futbol, y quien patentó una frase clásica : trepa, trepa trepa........ A veces se la escucho a Palma y realemnte me vuelvo a emocionar. El relato de Campusano era el siguiente: Trepaaaaa, Trepaaaaa, Trepaaaa Lucho Musrri, o en su efecto, Fabián Guevara, después de esto le cambiaba los nombres a los jugadores y los llamaba por los nombres de los jugadores del ballet azul. Siempre recuerdo al gordo, no se si fue hincha azul, sospecho que si, y sus relatos del equipo de Leo y su campeonato. Sentía lo mismo que cuando me sentaba con mi abuelo a escuchar los partidos el año 81. Siempre estaré arrepentido de no haberle pasado la voz al gordo Campusano cuando una vez me lo crucé en la calle antes de que falleciera. Seguramente estará en alguna parte relatando un partido de la u y cambiándole los nombres de los jugadores por los del ballet azul. Una tarde de futbol, estando en el relato Campusano, quizás en radio nacional, el trepa, trepa y el cambio de los jugadores coincidió con un gol de la U. Sí amigos Campos, el tanque, anotaba el tercer gol de la U ante Coquimbo, esto en el campeonato del 97 o el 98, en un partido apretadísimo. El gordo lloró y yo también

viernes, julio 10, 2009

Universidad de Chile Campeón Torneo de Apertura: La UUUUUUU Rodrigo La UUUUUUUUUUUUUUU



El martes pasado la Universidad de Chile, el romántico viajero, se coronó campeón del torneo de apertura del futbol chileno. En un campeonato eclipsado por las hazañas de la selección y las irregularidades de los llamados equipos grandes, la Universidad de Chile logro ser el equipo mas regular. La U fue el equipo que más apostó a lograr una mecánica de juego y una identidad futbolística, siempre de la mano de Sergio Markarian. A veces funcionó y otras no, pero para el nivel actual del futbol chileno, que no es tan bajo como hace unos años atrás, fue suficiente para alcanzar su corona número 13. Es un campeonato logrado, si queremos ponerle un sello, tal como los hizo el profesor Lucho Garisto hace unos años con Cobreloa: pragmatismo, tratar de jugar bien al futbol y haciendo fuerte al equipo en lo emocional. Markarian es un técnico de excelencia y apunta seguramente a un desafío mayor con su renuncia, pero no cabe duda que ha sentado las bases para una nueva U. Algunas figuras destacadas de este campeonato. El primero, el portero Miguel Pinto, segundo, el excelente Marco Estrada, también Emilio Hernández, eso si cuando juega, siempre cinco o diez minutos, pero como es tan talentoso es suficiente, y por cierto, uno que no es de mi gusto, que había estado sin pena ni gloria en una temporadas pasada, pero que resultó ser altamente efectivo y determinante, el delantero “yurugua” José Manuel olivera (buen ojo Don Marka).

El campeonato pronto quedara atrás. Estos campeonatos cortos hacen que los triunfos se sienta cada vez más efímeros y sean difíciles de retener en la memoria. No cabe duda que estos campeonatos no tienen el mismo sabor de los recordados campeonatos largos. Pero bueno, la U tiene un campeonato más y eso es importante para su futuro. No cabe duda, que para un campeonato como el chileno, la U debe ser un equipo grande. Ciertamente, ya lo es, en sentimiento y pasión, porque vive en el corazón del hincha del futbol como algo que no se consume y siempre expele energía. Sin embargo, necesita más y sobretodo ahora. Por lo mismo, porque hay que avanzar, y para esto es determinante la memoria futbolística, recordaré algunos de los detalles de la U que para mí, sin ser un hincha azul, han marcado mi memoria futbolística y la de muchos más. Sobre esta misma memria espero que se pueda soñar con una U más grande.

Sé, desde muy pequeño, de la grandeza del equipo azul. Lo sé, ya que mi abuelo materno fue un furibundo hincha azul. Con él solía escuchar los partidos de la U por la radio hace 27 años atrás. Además, con él aprendí y me maravillé con las hazañas del ballet azul. Para él, siempre hubieron tres grandes, esto a parte de Leonel Sánchez, el tanque Campos, Fifo Eyzaguirre y Rubén Marco. Para mi abuelo estos eran los mejores y cuando jugábamos juntos al futbol usábamos sus nombres. Qué tiempos. Recuerdo algunos de los jugadores de esas tardes de futbol por la radio, ya sea en el Estadio Santa Laura o en el Nacional: Carvallo, un arquero argentino que marcó una época en el equipo azul, Pellegrini, al que ví jugar en el Estadio La Portada de La Serena, Hector Tito Hoffens, La Fiera Luis Alberto Ramos, temible jugador de area, hoy entregado a la obra de Dios, el joven Sandrino Castec, aquel de la inolvidable chilena que el año 81 batió a Fillol en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, Arturo Salah, Rodolfo Dubó, un ovallino que vestió la casaca azul y quizás el mejor seis de la primera parte de los ochenta y finales de los 70, el paraguayo Jhony Ashwell, Miguel Angel Gamboa, recién retornado de México, hábil media punta y más guapo que el Candonga Carreño, ah y como no el Flaco Bigorra, lateral izquierdo pero que terminara jugando de seis en Cobresal, y quien fuera mi imagen cuando quise ser futbolista (puede que exagere, pero no tanto, el flaco Bigorra jugaba en Cobresal con el mismo estilo de Fernando Redondo en el Madrid).

Después, por los azares de la vida, estuve en el Estadio Nacional el día en que la U descendió a segunda división. Cuatro imágenes de aquel día. Pellegrini en el banco, si el ingeniero y su equipo cayendo a segunda división. Estaba sentado en la puerta de la maratón, y desde ahí se podía ver claramente la desazón del técnico, quien observaba el partido encerrado en los antiguos bancos para entrenadores del nacional. Nunca olvidaré la tristeza de ese cuerpo técnico. La segunda, la hinchada azul, todavía no bullanguera, pero camino a hacerlo, siempre azul de corazón, que despidió al equipo cantando el himno de la Universidad de Chile. Quizás el momento en que con mayor emoción he escuchado “ser un romántico viajero”. La tercera, los jugadores, un plantel muy joven, que era el remanente de malas gestiones dirigenciales, producto de la intervención de la dictadura a través de dirigentes como Ambrosio Rodríguez. Jugadores de ese plantel: Marcelo Silva, Pato reyes, un joven Lucho Musrri, el recordado Héctor Tito Hoffens, quizás el que más lucho ese día, Luis Rodríguez y Carepato Rivas, el que estuviera entrenando a Iquique este año. Esos jugadres tuvieron mucho coraje para aguantar ese momento. La mayoría de ellos se quedaron en el equipo, jugaron en segunda y subieron. La cuarta imagen, para futboleros de tomo y lomo, la peligrosa dupla de delanteros que presentó Cobresal ese día: Salgado-Martínez. Juntos con Julio Suazo y Franklin Lobos, que venían de atrás, estuvieron notables con su majestad el contragolpe y jugaron un partido con mucho honor. Ese día había mucho en juego y en el mismo instante del partido de la U, Unión peleaba por no descender ante O'higgins.

Mi tercer recuerdo de la U es el campeonato del 94. A pesar de que la Católica reclama el partido en el Nacional como suyo, el equipo de Socías, que en realidad era de Salah, fue superior a sus rivales. Quiero decir también que era un equipo de verdad y luchó contra planteles que el futbol chileno ahora desearía. El Colo de todas sus estrellas y sueldos millonarios, la católica de Acosta y Gorosito, monstruos, un Cobreloa potente y duro en la altura, que fue derrotado por José Marcelo Salas Melinao. De ese equipo, los hinchas azules con los cuales converso y algunos periodistas del mundo deportivo suelen olvidar a quién considero, despues de Salas, el segundo el mejor jugador de ese campeonato: Ruben La Bruja Aredes. A veces pienso que la Bruja Aredes, sin tener el cartel de Leo Rodríguez, tuvo momentos más sobresalientes que el otrora seleccionado argentino. Salah encontró en Aredes a su 10 perfecto, clave en explotar el juego de Salah: salir por los costados con Guevara o Galindo, tocar a Musrri o Aredes, y levantar el pelotazo cruzado para el matador, éste las ganaba todas. Así, jugaron un brillante partido con Colo-Colo en el monumental, le dieron un baile en el primer tiempo al equipo popular, y en ese trabajo el más destacado fue Aredes.

Los elementos anteriores pueden completarse con algo especial. No hay cosa más linda en el futbol que escuchar un buen relato de futbol. Relatos como el de Victor Hugo en el gol de Maradona el 86, los goles de Carcuro, Mimica el 91 narrando las hazañas del Colo, Ernesto Díaz narrando el periplo de la sub 23 y Zamorano en Sidney, Claudio Palma y su narración de la epopeya del Loco Bielsa y sus dirigidos. Pero hay uno, que ya no esta entre nosotros, pero de quien guardo unos de los más hermosos recuerdos escuchando un partido de la Universidad de Chile. No hablo del relator de la sintonía azul, mítico programa noventero, sino del Gordo Carlos Alberto Campusano, sí el mismo que se presentaba diciendo "cinco continentes y cinco mundiales", aludiendo a su recorrido en el futbol, y quien patentó una frase clasica : trepa, trepa trepa........ A veces se la escucho a Palma y realemnte me vuelvo a emocionar. El relato de Campusano era el siguiente: Trepaaaaa, Trepaaaaa, Trepaaaa Lucho Musrri, o en su efecto, Fabián Guevara, después de esto le cambiaba los nombres a los jugadores y los llamaba por los nombres de los jugadores del ballet azul. Siempre recuerdo al gordo, no se si fue hincha azul, sospecho que si, y sus relatos del equipo de Leo y su campeonato. Sentía lo mismo que cuando me sentaba con mi abuelo a escuchar los partidos el año 81. Siempre estaré arrepentido de no haberle pasado la voz al gordo Campusano cuando una vez me lo crucé en la calle antes de que falleciera. Seguramente estará en alguna parte relatando un partido de la u y cambiándole los nombres de los jugadores por los del ballet azul. Una tarde de futbol, estando en el relato Campusano, quizás en radio nacional, el trepa, trepa y el cambio de los jugadores coincidió con un gol de la U. Sí amigos Campos, el tanque, anotaba el tercer gol de la U ante Coquimbo, esto en el campeonato del 97 o el 98, en un partido apretadísimo. El gordo lloró y yo también

La U es grande porque contiene la pasión de una parte importante de nuestro amor por el futbol. Como todo equipo popular representa a familias que han vivido cosas significativas a través de la U. Además, es parte de una tradición e identidad futbolística de nuestro país. Por lo mismo, y mirando hacia el futuro, necesita de dos cosas importantes: su propio estadio y un reconocimiento internacional. Estos son los objetivos más importantes de la Universidad de Chile en los próximos años y la sociedad anónima debe tenerlo claro. El modelo de sólo formar y vender jugadores no es suficiente. Se necesita algo más. Tal como su archirrival futbolístico, si es que gana una Copa Libertadores, será un equipo distinto y esa grandeza irá hasta el cielo, tal como lo hace hoy, pero el puente de oro será cada vez más ancho y sólido. Si es así, la U estará mas cerca de mi abuelo, de los jugadores del ballet azul que ya no están y del gordo Campusano, todo esto para compartir una tarde de futbol y sus alegrías. No cabe duda que ese día será y debe ser cuando se alcance la Copa Libertadores. Bien por la U, un brindis por el romántico viajero, y disfruten mis amigos chunchos.


Aqui un relato de Carlos Alberto Campusano-noche del 97 ante Uruguay, duelo decisivo. Campusano relata el gol de Salas con pase Victor Hugo. (Gracias Walter)





miércoles, junio 10, 2009

CHILE-BOLIVIA: UN PASO MAS









Para Chile, la fecha doble de eliminatorias, se completará con un decisivo partido contra Bolivia. Lo es por varias razones. La primera de ellas es que el equipo debe ganar para reafirmar todo lo hecho hasta ahora. Si bien el rival viene disminuido por la última derrota ante Venezuela, inesperada por los demás, no es posible confiarse. Ya antes Bolivia estuvo en otra ocasión en una situación similar y logró sacar un empate de visita jugando en Brasil. La segunda es que el equipo de Bielsa debe expresar su madurez futbolística. Bielsa lo manifestó después de la derrota con Paraguay, en donde señaló que el equipo aun no tenía una autoridad futbolística para imponer sus términos. A casi un año de ese partido, el mismo Bielsa puede estar más que conforme, ya que al mismo rival, el que nos había ganado en Santiago, se le ganó con autoridad, sin excusas ni reparos. Es decir, siendo superior al rival desde el primer hasta el último minuto. Para cualquier equipo de futbol esto implica que después de una transición, propia del proceso de formación, se está alcanzando el estado de equilibrio y en adelante sólo le cabe explotar sus armas de la mejor forma posible.

El equipo de Bielsa ha ido incorporando algunos jugadores que resultan para el rosarino una real alternativa. En este caso, además, parece ser que Rodrigo Millar por fin encontró un entrenador que pueda guiar y apoyar el desarrollo de su talento, el mismo que tantas veces insinuó pero que aun no ha logrado consolidar y menos aún expresarlo en la roja. De buen físico y técnica, el Chino Millar podría constituirse en un factor relevante para un mediocampo que comienza a ser, si acaso ya no lo es, un temible sector del equipo chileno. Con un Carmona que cada partido muestra una mayor compresión del juego de Bielsa y con Estrada siempre jugando a un altísimo nivel en la selección, ahora se suma el Chino Millar. Aun más, si bien Bielsa los considera defensas, están Vidal, Isla y Medel, quienes pueden perfectamente soportar el esquema del rosarino. Esta parte del equipo, la que componen todos estos jugadores es fundamental para el cuarteto que juega mas adelantado. Estos jugadores tienen tareas fundamentales: salida rápida y clara, cobertura y recuperación, jugar de contención apretando en campo contrario, tarea que no es fácil, inicio de movimiento tácticos ya mecanizados y cuya gracia es que no eliminan la frescura de jugar al buen futbol, cosa que por lejos Chile ha mostrado cada vez que ha impuesto sus términos en los partidos.

De los rivales solo cabe decir que es una selección de las más débiles que ha presentado Bolivia desde hace muchos años. Algo pasó en el país altiplánico que después de esa generación dorada del 94 no ha existido un recambio para continuar en el camino de aquella selección que fue al mundial de Estados Unidos y que perdió 1 por 0 frente a Alemania, de manera estrecha, en la inauguración de ese mundial. Cuando veo al actual entrenador de Bolivia Edwin “Platini” Sánchez, quien jugó en los mejores equipos de Portugal, recuerdo al plantel de Bolivia 94, que entre otros jugadores contaba con Marco Antonio Etcheverri, “el diablo”, uno de los más talentosos jugadores de la primera parte de la década del noventa, a quien una desafortunada jugada en el Estadio Nacional, jugando por el Colo, en donde le cayó involuntariamente sobre su rodilla Mariano Puyol, lesionándolo gravemente, le impidió convertirse, quizás, en el mejor jugador de América. Un talentoso jugador y aun recuerdo su jugadas por Colo-Colo.

Además del diablo estaban Carlos Trucco, el portero, Soria, un notable mediocampista de contención, de temible disparo, Ramiro Castillo, chocolatín quien muriera trágicamente y jugara por Everton y Boca, Milton Melgar, brillante jugador de Boca y que pasó por Cobreloa y Everton, Julio Cesar Baldivieso, notable jugador, Rimba, de los mejores laterales de los noventa, Sánchez, un central que paso por el futbol argentino y el oxigenado Cristaldo, quien también jugo en argentina. Este plantel tuvo su debut el año 91 en la copa América de 91 y los vi jugar frente a Colombia del Pibe Valderrama en el Sausalito de viña del Mar. Brillante partido y uno de los mejores de esa copa. Una anécdota a propósito de este equipo, ya que quién los dirigió en las eliminatorias y el mundial fue el Bigotón Asxagorta, si el mismo que dirigió a la selección chilena hasta el partido frente a Venezuela en la clasificatoria para el mundial del 98.

Alguna clave para mañana. Si, y pienso que estará en la totalidad del equipo. Mañana el equipo debe sellar su madurez futbolística alcanzada con el duro trabajo en los entrenamientos, giras y tareas varias encomendadas por el cuerpo técnico. Mañana deberá expresar ante su público, ante la multitud que estará presente, el juego que hasta aquí ha venido desplegando en los distintos recintos de las clasificatorias. Ha sido un camino difícil, el que aun no termina, pero en el cual el equipo ha ido progresando paso a paso, partido a partido, y encontrando una identidad clara y definida, siempre respetando el código del profesor Bielsa: atacar de local y atacar de vista. Mañana a estadio lleno, Chile buscará ver aun más cerca la luz que indica la entrada al mundial de Sudáfrica, y si nos va bien, el equipo comenzará a calentar motores para ese partido, previo pasó ante Venezuela, que ya estoy soñando y viviendo, ese partido que es frente a Brasil en el mítico Maracaná. Ya lo vivo como si fuera mañana. Aguante Chile.

sábado, junio 06, 2009

Yañez, Garrido y Gamarra: actores del futbol de Chile y Paraguay



A fines de los setenta y comienzos de los ochenta aparecieron delanteros notables, verdaderos punteros, tanto por izquierda o por derecha, los wings de los que habla Bielsa, y que el único, de los delanteros hoy presentes en los seleccionados de sudamerica, que se les acerca en disposición, presencia, habilidad y movimiento es el chileno Alexis Sánchez. Cito algunos de estos jugadores: Antonio Alzamendi del Uruguay, Rene Orlando Housemann de la Argentina y del Globo de parque patricios, que paso también por Colo-Colo, Ramón Angel Díaz, de river y el seleccionado argentino, Eder del Brasil, La Rosa del Perú, y por cierto un joven chileno de 18 o 19 años, iniciado en el San Luis de Quillota, y cuyo nombre es Patricio Nazario Yañez Candia.

Las principales características del Pato Yañez fueron su velocidad, enganche o gambeta larga y, como decimos en futbol, una caja de cambio impresionante, es decir, poseía un cambio de velocidades en sus piernas que dejaba a los defensores un metro atrás cuando arrancaba por fuera. La ultima vez que vimos esto fue en la mágica noche del 91 en el segundo gol del Colo ante Boca. Para verlo hay que buscar en youtube el gol de Barti. El gol del Pato Yañez en Asunción es la máxima expresión de su futbol. Picó en diagonal marcándole la posición a Moscoso. Este último, talentoso mediocampista, puso la pelota allí donde Pato Yañez podía llegar, entre arquero y defensa. Primero, Yañez tocó suavemente la pelota para después, con borde externo, colocarla al sentido contrario del arquero y su movimiento, esto a la entrada del área por sector izquierdo.

El gesto técnico fue notable porque Yañez era derecho y era el último recurso que cabía. Con este gol Chile clasificó al mundial del 82. De sus debilidades, la falta de gol. Yañez no se destacó por ser goleador, más bien, fue un hacedor de los mismos, un abre lata, un puntero imparable por derecha o por izquierda. ¿Condición de ídolo o no? al parecer no, por lo menos no a la altura de Caszely, Zamorano o Salas, pero no cabe duda que está en la cúspide de los mejores jugadores chilenos. En la selección fue absolutamente determinante en las clasificatorias del 82, 86 y estuvo en el mítico “maracanazo” donde se matriculó con la creación del no menos mítico "Pato Yañez". Grande Pato.

Otro gran jugador que brilló en los partidos del 82 frente a los paraguayos, especialmente en Santiago, fue un joven y espigado zaguero por derecha, de juego elegante y un adelantado tácticamente. Es decir, un lateral con proyección cuya habilidad para jugar por la banda era aprovechada por el Guatón Santibañez para sumar un delantero cuando se jugaba de local. ¿De quién estoy escribiendo? Escribo de Lizardo Antonio Garrido, sí él mismo que en la Bombonera, en la semifinal de las libertadores, cuando ya jugaba de tres, salió jugando entre los delanteros de Boca para disponer el ataque de Colo-Colo. El Chano fue un brillante jugador. Recuerdo especialmente el partido que el Chano jugó el 81 cuando Chile le ganó a Paraguay en el nacional por 3 goles a 1. El Chano fue por derecha, me parece que recibió de Miguel Angel Neira o Gamboa, llegó a línea de fondo, centro atrás y apareció el recordado Carlos Humberto Caszely, el gerente del área. En el momento en que celebrábamos el gol, con la euforia del mismo, rompí un ansiado regalo en aquellos días, mi pequeño y frágil taca-taca. Se quebró la línea delantera de Colo Colo. Jeeeee.

De los paraguayos, me declaro un admirador de un futbol con personalidad, talento y madurez futbolística. El reflejo de esto son sus defensores y arqueros. De los primeros, de los que yo recuerdo y ví, los más grandes son Julio Cesar Torales, Rogelio Delgado, Celso Ayala y Carlos Gamarra. De los arqueros, también de los que ví, Ever Hugo Almeida, el Gato Fernández y Chilavert. La historia más memorable de los defensores paraguayos fue su participación en el mundial del 98, sobretodo, la gran actuación de Carlos Gamarra. El colorado era un extraordinario jugador. Sus principales cualidades eran su rapidez, hábilidad con el balón, inteligencia futbolítica y por cierto su rudeza. Además, contó un cabezazo respetable y una impresionante capacidad tiempo, distancia y posición, que yo no la he visto aún en otro central, incluso en los centrales de la liga inglesa. En algunas ocasiones, conversando con amigos más viejos y que son del futbol, me han señalado que su juego fue parecido, pero no igual, al del recordado Elías Ricardo Figueroa. En un partido memorable, que es recomendable para ser vist por cualquier joven que quiera ser futbolista y defensor, el colorado resistió junto con Celso Ayala los embates del campeón de Francia 98. El colorado resistió sin alcanzar la amarilla. De hecho, el rudo defensor terminó sin amarilla y sin expulsiones el mundial del 98. Les ganó a todos los delanteros sólo con su velocidad e inteligencia. En ese partido, la defensa heroica fue superada por un error que significó un penal, esto a solo un par de minutos del final del partido. En una de esas, si no hubiera sido por esto, Francia no habría sido campeón, ya que estoy seguro de que Chilavert le habría atajado un par de penales a los franceses y los paraguayos, en esa instancia, no hubieran fallado.