viernes, octubre 09, 2009

Camino a Medellin: La seleccion Colombia de los noventa y la gran noche de Salas




Esta es la última salida de la selección chilena en las eliminatorias para el mundial de Sudáfrica 2010. La ultima estación, de un viaje iniciado en el estadio monumental de River Plate. El escenario, la ciudad de Medellín y el estadio Atanasio Girardot, en donde enfrentaremos a la selección Colombia. Como siempre lo he hecho en estas eliminatorias traeré, desde el baúl de los recuerdos, a personajes del futbol que han hecho historia, en este caso en los enfrentamientos de Chile y Colombia.

Pero esta vez haré una innovación, ya que en primer lugar hablaré de la selección Colombia de la década del 90 en su conjunto, desde Pacho Maturana, pasando por Valderrama, Redín , Alvarez, Usuriaga, Asprilla, Higuita, Escobar, Iguarán, Aristizabal, Rincón y el pitufo Anthony de Avila. Esta selección marcó una época, que se inicia por allá por el año 87, cuando un joven equipo colombiano disputó y deslumbró en la Copa América en Argentina, y que se cerró, con una ya opaca actuación en el mundial del año 98, el ultimo mundial de Colombia. Las virtudes de la selección Colombia fueron su bellísimo juego colectivo, la historia de sus personajes y la relación entre tragedia y gloria que acompañó siempre al equipo, casi viviendo su propio macondo.

De sus glorias, no cabe duda que los cinco goles que le encajó a la Argentina de Basile, en el Monumental de River, es el máximo triunfo de esta selección. Fue un baile y un triunfo en donde el talento de Asprilla, el tren Valencia y el PibeValderrama, mas la fuerza de Alvarez, obtuvieron los pasajes para el olimpo del futbol sudamericano. A un toque, siempre con intención, y además con una irreverencia propia del futbol de barrio, la selección Colombia selló su máximo triunfo en su historia futbolística. De sus tragedias, la muerte de Andrés Escobar, el talentoso defensor colombiano, a manos de un “hincha”, posterior al fracaso de la selección en el mundial del 94, marcaría a este equipo. Otros de sus jugadores también han fallecido trágicamente como el palomo Usuriaga.

De sus jugadores no cabe duda que el Pibe Valderrama esta en lo más alto. Jugando a un toque, siempre pasándola con intención y al compañero, habilitando a los delanteros para dejarlos siempre en opción de gol. Sin haber sido un jugador rápido desde el punto de vista físico, Valderrama lo era en cuanto a lo mental. De hecho la principal característica era tener un panorama completo de la cancha y sus posibilidades, por lo cual siempre sabía a quien pasarle la pelota con intención antes de que esta le llegara a sus pies. Recomiendo para quienes se inician en el futbol o deseen mejorar, especialmente para jugar a toque y con rapidez mental el futbol, deben ver, una y otra vez, los videos del pibe Valderrama. El mejor Valderrama jugó en la Copa América del 87, algunos de sus mejores partidos fueron frente a la Argentina el 93, contra Alemania el 94 y para mi, de los que ví en vivo, el que jugó frente a Bolivia en el estadio Sausalito de Viña durante la Copa América de chile el año 91. Notable partido entre la mejor selección boliviana de todos los tiempos, con Etcheverry y Sánchez en la delantera, y Valderrama e Higuita por parte de Colombia. (fue una gran Copa Amárica, solo afectada por el inclemente tiempo).

Otro de los jugadores más importantes de esta época fue Rene Hernán Higuita. Sin ser un gran arquero tenía notables condiciones emocionales y deportivas lo que marcó una época colocando una distancia frente a los tradicionales arqueros argentinos. Tenía la patudez de hacer el escorpión, jugada de barrio y pelusoneo pichangero, frente a un publico ingles que enmudeció ante la intuitiva reacción de Higuita; pero también, esa misma desfachatez para jugar, selló la eliminación de Colombia en el mundial del 90, cuando intentó salir jugando frente al sorprendente jugador de Camerún Roger Milla, que con casi 38 años nos deleitó con pinceladas de un gran futbol. Higuita es la expresión del “sentido total” de esa selección Colombiana en los años ochenta y noventa.

En los noventa, la selección Colombia no tuvo un buen registro contra Chile. Se le ganó en Santa Fe, pasando de esta forma a la final de la copa América del 87. Lo mismo pasó el año 1999 en la Copa América del Paraguay, en donde la notable actuación de Zamorano dejó a la selección Colombia fuera de la final. Para el mundial del 98 la selección chilena se llevo cuatro en Barranquilla, con notables actuaciones de Valderrama y Asprilla, pero le dio la vuelta de mano en Santiago con otros cuatro goles, y jugando el mejor primer tiempo de alguna selección chilena en la década del 90. Ese día todo funcionó a la perfección, y el mediocampo, con el Tobi, Victor H y Musrri fueron el motor para la dupla Za-Sa.

El día del nacional, año 97, la selección estaba más consolidada y se necesitaba seguir ganándo. La actuación de Jose Marcelo Salas fue notable. El matador, ya jugando en Argentina, tenía una velocidad y posición en el campo de juego que era de otra factura. Algo distinto y visible para cualquier espectador. El tercer gol frente a Colombia es una muestra de la capacidad goleadora de Salas. La pelota salió desde la defensa por derecha con dirección al arco norte del nacional, corrió con ella Zamorano y vio la entrada por izquierda en diagonal de salas, corriendo detrás del defensa colombiano que miraba a Zamarano. Zamorano lanzó un centro a media altura y Salas, a la carrera, cargado por la izquierda del área, conectó de cabeza y la clavó en lado contrario al movimiento natural del arquero que se movía hacia la derecha. Farid Mondragón, arquero de notables condiciones técnicas, resbaló ante la inesperada dirección del balón y no pudo reaccionar ante la fuerza que llevaba la pelota. Fue la jugada que selló una actuación notable de la selección chilena durante ese primer tiempo. Alli, en ese partido, el matador, junto a zamorano, comenzaban a plasmar la epopéyica campaña de los Za-Sa y la selección de Sierra, Musrri, Margas, Tapia y chilenita Fuentes.

Para el final, los protagonistas de esta nota han sido notables jugadores del futbol mundial. Valderrama es uno de mis grandes idolos y jugue imitándolo muchos años. Después de mi primera lesión me propuse jugar como el Pibe. De Higuita y Salas, ambos quedaron para siempre en las paredes del museo de la catedral del Futbol como lo era el antiguo estadio de Wenbley. El escorpión es una de las jugadas más increíble que han visto los hinchas en una cancha del futbol y por cierto fue para la catedral. Y el gol del matador es uno de los goles más hermosos en la historia de Wenbley. Bien por estos monstruos del futbol mundial.



Nota: La canción de los miserables y el loco Higuita, un homenaje para todos los futbolistas



Nota: la gran noche del matador con la selección el 97 y el relato de Pedro Carcuro

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