sábado, septiembre 05, 2009

La noche mágica de zamorano ante venezuela - Rumbo al mundial del 98


Zamorano llegó al Monumental David Arellano con un tropel de emociones: la selección en tierra derecha al mundial del 98, su padre fallecido tempranamente un furibundo hincha colocolino, el mismo Zamorano declarado colocolino, Zamorano había debutado por la selección ante Venezuela, y por último era el primer partido de la selección en el Monumental, si el estadio de la copa libertadores.

Con un equipo consolidado y mentalizado en clasificar, lideró al plantel hacia un triunfo y que para quienes vivimos esa eliminatoria fue el partido perfecto para tener la seguridad de enfrentar, en la gran final del pacífico, en un partido decisivo a Perú en el Nacional. Zamorano ese día mostro toda su estirpe goleadora, aquella forjada en los campos de entrenamiento de Cobresal en Maipú, con sus goles en Trasandino de los Andes, junto a un puntero izquierdo notable como Alejo Rodriguez, en la soledad del desierto, junto el Guerrillero Manuel Rodríguez, de los mejores entrenadores en los ochenta, Salgado, Pedetti y Martínez, y por último con Cantatore en el Sevilla.

Con el equipo en las espaldas, Salas estaba lesionado, Zamorano lideró al equipo hacia una noche que fue espectacular. Zamorano marcó cinco goles y la figura del ídolo de Maipú quedó estampada para siempre en el recuerdo de la hinchada. Como en ningún otro partido el delantero logró una empatía con el público, el que lo ovacionó de manera estruendosa al final del partido. No era menor lo hecho por Zamorano, cinco goles y quizás los 47.000 espectadores de esa noche vieron uno de los mejores goles de su carrera deportiva, de gran factura técnica tanto en la elaboración como en el finiquito.

El Guatón Vega hizo estragos en esa eliminatoria y en esa jugada específica burló a tres jugadores venezolanos junto a la línea lateral por el sector derecho. Amagando ir hacia adentro de espalda al arco, giró de manera súbita sobre la izquierda y junto a la línea lateral dejó en el camino a dos jugadores venezolanos. Luego con la depurada técnica del guatón, quizás el mejor volante de los noventa después de Sierra, lanzó un centro a media altura, al primer palo, donde apareció Zamorano. Este con un suave toque con su pierna izquierda, en el marco de una plástica jugada, desvió suavemente el balón, el que se fue a meter al segundo palo. Zamorano corrió sobre la derecha hacia el baderín del corner y se abrazó con el guatón Vega.

Fue un gol para cerrar una gran eliminatoria del gran capitán ya que en los partidos posteriores estaría ausente por una rebelde lesión muscular. El gran capitán de esa selección, a quien el destino le negó un par de goles en el mundial del 98, en donde quizás fue uno de los mejores jugadores del seleccionado, dejó una huella imborrable en el monumental. Hoy los muchachos de Bielsa y un seleccionado joven, con muchos ex - colocolinos en la formación titular, saldrán a sellar la clasificación al mundial. Y al igual que el gran capitán de la selección del 98 sellarán para siempre un romance entre la selección y el Monumental David Arellano.

PD: El arquero de Venezuela fue Dudamel. Buen arquero quien había tenido una anterior Copa América brillante. Dudamel jugaría en Argentina y marcó el inicio de los buenos arqueros venezolanos.

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