Jugamos también para ajustar cuentas con la historia. Fui testigo de aquel partido el año 1989 en el Maracaná. Vi como en ese partido, en los minutos que se alcanzó a jugar, la selección mostró lo mejor y lo peor del fútbol chileno. En aquel partido, vi en los primeros 45 minutos, la mejor actuación de un portero en lo que llevo viviendo el fútbol. No tengo dudas en eso. Pero también, en el segundo tiempo, fui testigo de una de las actuaciones menos éticas del fútbol mundial. En amabas situaciones el protagonista fue el fútbol chileno. Hoy llegamos a ese mismo recinto a mostrar lo que hemos crecido desde esa fecha.
También, jugamos para confirmar lo que hemos avanzado en los últimos 10 años con dos buenas generaciones de jugadores. La mayoría de los jugadores que hoy disputaran el partido pasaron por selecciones juveniles, con José Sulantay, y vivieron el proceso de Marcelo Bielsa quien sentó las bases de una identidad futbolística que nos acompaña desde agosto del 2007. Hoy, esta base, con Sampaoli, ya más madura, puede decir lo que tímidamente ya anunciaba en el mundial 2010: jugamos de igual a igual, competimos, ante cualquier rival serie A. Esto es una linea de base para el futuro.
En un hora más Chile juega con España en un mundial Brasil 2014; la España campeona del mundo. Pase lo que pase esta tarde, estoy contento de haber llegado a este punto. Al punto retórico y empírico de constatar que efectivamente llegamos a competir de tu a tu con un equipo serie A. Esto no es un hecho menor. Para mí ha sido un largo camino desde 1982, año en que inicie la aventura por los mundiales de fútbol. Siempre soñé con llegar a un partido en donde la selección se plantara y fuera considerada como un equipo que iba a competir, no solo estar, con un seleccionado tipo A. Aguante Chile
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