domingo, junio 20, 2010

Chile por el segundo triunfo y en la historia tactica del futbol


Mañana los desafíos son múltiples. Hay generales y particulares. Las generales son obvias y están dadas por la naturaleza del duelo que se vive como una final. Hay que ganar si o si a Suiza. La segunda y la más particular, es que pone por primera vez en juego, en la alta competencia, es decir a nivel de una copa del mundo, frente a frente, parte de la historia de las evoluciones tácticas del futbol como juego. Pone en la visibilidad más evidente, desde que Bielsa asumiera el mando de nuestra selección, el enfrentamiento de dos códigos tácticos. Por una parte el dominante, es decir, aquel que ha devenido en un modo dominante de entender el juego y la disposición de los players: el defender y luego atacar, y por otra, el modo que ha devenido en un elemento para muchos parias y para otro un desfase que solo se reivindica en ese ya nostálgico mundial de México 1970: el ataque y luego, muy segundariamente, defender.

El equipo y nuestro técnico enfrentan a una de las selecciones más defensivas del mundial. La misma selección que clasificó defendiendo ante equipos como Grecia, Israel, Moldavia y Letonia; que suma más de 480 minutos sin recibir un gol en las copas del mundo – y sin hacer muchos tampoco; y que además es heredera, por esta cosa de la historia, de un inventó, creado por el argentino Alberto Scopelli siendo entrenador del Belenense portugués en 1939, un evento táctico en el futbol, y que alcanzó notoriedad como “el cerrojo suizo”. En adición a este antecedente, la selección de Suiza se enfrenta a quizás la única selección del mundo cuya identidad táctica comienza por el ataque y no por la defensa; por arriesgar y no por la especulación. Si la única que ha venido sistemáticamente pregonando que lo que importa es la presión en el campo rival, el atacar y achicar los espacios del rival, el recuperar rápidamente la pelota y avanzar hacia área rival creando superioridad numérica con 6 jugadores en clara vocación ofensiva. La historia de la evolución táctica del futbol nos señala que el cerrojo suizo fue aquella invención que definió una línea de cuatro defensores, quedando uno libre, el llamado libero, y sumando dos medios de contención lo que hacia básicamente tener seis jugadores en campo propio y con disposición claramente defensiva – obviamente se le sumaban otros players. El cerrojo suizo inauguró un modo de trabajo y una filosofía de juego, creando un sentido futbolístico entre el resultado, los objetivos y la relación entre los futbolistas.

¿Cómo contrarrestar esta ya ideología del fútbol? Para lo que amamos el futbol lo que esta en juego mañana es esto, y constituye un examen de alto vuelo, además que del otro lado nos enfrentamos con un técnico exitosos y estudioso de los sistemas tácticos basado en el código defensa. La historia dice que estos sistemas han sido rotos, no sólo por innovaciones tácticas, sino también por la naturaleza de los propios jugadores, por sus disposiciones a cómo entender el juego y a cómo vivirlo, una mezcla entre talento, disposición táctica y emoción. Alfredo Di Stefano, por ejemplo, logró romper por habilidad y audacia estas líneas defensivas, también, según cronistas de la época, el seleccionado chileno del 62 lo habría hecho. En los 70 tuvimos dos expresiones que se opusieron a los sistemas defensivos. Ambos equipos laboraban bajo la lógica de la movilidad, talento de los futbolistas y el carácter colectivo de sus presentaciones: la naranja mecánica y Brasil 70. También, en un dimensión menor desde el punto de vista de la visibilidad artística del futbol, pero si de su expresión táctica, la argentina de Menotti intentó contrarrestar los cerrojos defensivo achicando la cancha y jugando con equipos cortos para lo cual el flaco utilizo como principal apoyo y sparring la ley del off-side. Menotti, Ardiles, Kempes, Houseman y compañía apretaron las líneas defensivas bien arriba, jugaron al achique, y provocaron la trampa del off-side, convirtiendo a la regla en un jugador más –a Menotti este jugador, este comodín, solo le duro unos años y el flaco ha quedado como una pieza arqueológica de aquel lejano ya Mundial del 78, la figura del Flaco y su saco largo el día de la final el año 78.

Los brasileños en la década del 70 atacaron con seis y más; seis el número mágico en los sistemas tácticos ofensivos. Aquí había una relación entre disposiciones tácticas y talento. En general antes del 70, los sistemas tácticos ofensivos jugaban con cuatro delanteros y para este mundial Brasil retraso uno de ellos, Zagallo, quien se sumo a Rivelinho y Tostao. Los tres lograron la conformación de un tridente mágico, de gran dinamismo y cuya máxima expresión es el gol de Carlos Alberto a pase de Pele, cuando el primero aparece por sorpresa por derecha derrotando al portero italiano. Los sistemas contemporáneos basados en el ataque tienen un gran referente el Ajax de los noventa. Las intuiciones y búsquedas de aquellos que ha pregonado el futbol de ataque, especialmente en los noventa, vieron coronadas sus expectativas en este equipo armado con jugadores provenientes de las fuerzas básicas, con la conducción del principito Jari Litmanen, un verdadero Mati Fernández, y la dirección técnica de Van Gaal. Un cuadro rápido, con pelota al ras de piso, que capturaba el balón en campo rival, tarea en la que destacaba Edgar Davis, y ciertamente voraz al momento de atacar, especialmente por las bandas. Cuando uno mira a Barcelona, especialmente el de Rijkaard podemos ver los rasgos de esa herencia.

Mañana el equipo nacional y su técnico saldrán a la cancha a dar una prueba táctica y a defender el honor no solo de un pueblo sino también del valor que tienen los sistemas tácticos basados en el código atacar. Tal como se vio en el primer partido entre España y Suiza, el equipo helvético esta preparado para defender. Su disposición en la cancha así lo demuestra, con un hombre siempre libre detrás de una línea de tres defensores más dos medios y suplementados con una gran envergadura física. Con laterales que no pasan al ataque, y con un medio que esta acondicionado para correr 40 o 50 metros, con pelota y sin pelota, y sorprender al equipo rival. El cerrojo suizo en su máxima expresión, esa vocación de defenderse y especular, salir rápido, con la famosa consigna del contra-ataque, con un clásico 4, 4, 2. Chile sale a contrarrestar este sistema con la siguiente disposición táctica 3-3-1-3. En enfrentamientos anteriores con cuadros de igual disposición, especialmente en Santiago, por ejemplo Colombia o Paraguay, los resultados fueron disímiles. Hoy el equipo esta más trabajado y debería presentarnos mejores armas para doblegar esta propuesta y ciertamente nuestro Di Stafano sería Sánchez, y nuestro futbol total, esa maquinita táctica que tiene a Mati Fernández como émbolo, no como figura, ya plenamente recuperado en lo físico. Sumado a esto los estiletes por las bandas y el temible goleador: el Chupete Suazo. Los laterales/punteros francamente en una posición que casi en un 80% del partido la ocupan en campo contrario, en esta ocasión Isla y Vidal. Sumado a todo esto, el propio pensamiento futbolístico de Bielsa ha evolucionado y Chile a diferencia de Argentina 2002 es un equipo mucho más flexible y esto gracias a estos factores: la disposición de sus jugadores a jugar en distintos puestos y dos piezas de colección táctica en el esquema de Bielsa. Primero, el volante Mati Fernández quien tácticamente es el jugador perfecto para la abstracción de Bielsa. Recorrer 30 a 40 metros de cancha a lo largo y también a todo lo ancho, alimentando a sus laterales, punteros y llegando al área. Uno de los volantes y jugadores que más kilómetros recorre. Segundo un jugador que hace ocho años hubiera sido un jugador no apto para los equipos de Bielsa, el chupete Suazo. Suazo ha sido el complemento perfecto para alcanzar la flexibilidad y la sorpresa en este equipo de Bielsa y demuestra que el técnico tomó lo que tenía que tomar de su paso por el mundial Corea-Japón 2002. Así es que mañana no sólo suerte para la selección sino también para la expresión táctica que es atacar siempre y que parece extinguirse entre la especulación, el dinero y el sistemas defensivos venidos principalmente desde Europa. Mañana Bielsa más que nunca también entra a la cancha, suerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente lectura.
Mañana se gana 2 a 0